
Ya sabéis que, en 2021, la festividad de Santiago Apóstol (25 de julio) cayó en domingo, lo que constituye el Año Xacobeo, durante el cual, quien peregrine hasta la Basílica de la capital gallega obtendrá indulgencia plenaria si se confiesa y reza un padrenuestro. Todo un reto para los auditores, letrados o informáticos de los órganos de Control Externo (OCEx) tras unos duros años pecando, con pandemia incluida. Así que peregrinaron hasta Santiago de Compostela los días 2 y 3 de diciembre (el devengo expió por los pelos dentro del ejercicio) con motivo de Los XIV Encuentros Técnicos organizados por el Consello de Contas de Galicia.
Unos encuentros que empezaron hace varias décadas y siempre ha tenido reflejo en esta bitácora. Aun recuerdo la reunión de 1996, que dejó para la historia del mundo del control aquella avanzada conclusión (tan vanguardista fue que aun dista mucho de alcanzarse) cuando los auditores de base ganaron la partida a los jefes colando entre las conclusiones: “Las cuentas de todas las entidades públicas deberían ser auditadas anualmente y con anterioridad a su aprobación” que entonces produjo estupefacción y un intenso debate posterior.
Antes de nada, pedir disculpas a mis seguidores por estas tres semanas de silencio. No arrojé la toalla; es algo más prosaico. Como muchos de vosotros, dediqué mi tiempo libre al Plan Antifraude que trae de cabeza también a las Universidades que quieran hacer algo digno. Por cierto, hoy nos sorprendía Pilar Moreno con un buen recordatorio de las obligaciones y retos en la creación de planes antifraude en El Consultor. Pero no nos desviemos y vayamos al grano.
Los encuentros funcionan en grupos de trabajo. Esta edición, con tres grupos principales, que incluyen los siguientes temas:
- G1 Auditoría de la respuesta al COVID-19 y el nuevo marco NGEU
- G2 Auditoría operativa y prevención y lucha contra el fraude
- G3 La auditoría y la administración digital de los OCEX
El Conselleiro Maior, José Antonio Redondo, como buen académico exhortó a “analizar cuál va a ser el resultado de la gestión (sobre todo en términos de eficacia, más allá incluso de la eficiencia) de los fondos Next Generation, este bote salvavidas que desconocemos si seremos capaces de aprovechar”. Mucho mensaje para quien quiera entender.
Hoy, durante la Clausura, Redondo resumió algunas conclusiones (disponibles en unos días) de cada grupo:
“En el grupo de trabajo de auditoría operativa se presentaron novedosas e interesantes experiencias prácticas desarrolladas por los OCEX que demuestran el salto de calidad que hemos realizado en este tipo de fiscalizaciones.
Las comunicaciones presentadas en temas de indudable relevancia y compromiso social como la igualdad, el medioambiente o la despoblación, entre otros, plantean grandes preguntas y las responden con método y rigor, contribuyendo a mejorar la gestión pública en este ámbito específico.
En el grupo de trabajo sobre la auditoría de respuesta al Covid-19 se debatió sobre el desafío que supone para los OCEX la realización de auditorías tempranas o auditorías “flash”, con el objetivo de aproximar lo máximo posible los resultados de las fiscalizaciones a la realidad analizada y se capaces de acercarlos a la sociedad con la necesaria celeridad.

Por otro lado, se formuló el deseo de seguir aprovechando la inercia tecnológica provocada por la pandemia y mejorar y adaptar nuestras herramientas y modos de trabajar.
Relacionado con lo anterior, en el grupo relativo a la auditoría y la administración digital se pudo visualizar el salto cualitativo en el uso de herramientas de análisis de datos de última generación y se puso se manifiesto el enorme grado de colaboración que existe entre los departamentos de TICS de los distintos OCEX.
Por otro lado, se pusieron en común las distintas experiencias de administración electrónica que están empleando nuestras instituciones y se destacaron en las comunicaciones de algunos órganos de control, la importancia de no dejar de lado de nuestros planes de trabajo las auditorías de ciberseguridad.
En la sesión de hoy, en el auditorio de Abanca, hemos tratado sobre el control de los fondos Next Generation, y la necesidad de adaptarlo a la realidad de nuestra, si me permiten, “nueva administración”, tal y como apuntó ayer el Interventor General, mediante el empleo de algoritmos que permitan identificar áreas de riesgo y centrar la actuación auditora sobre las más sensibles.
También se analizó la perspectiva de género en la fiscalización de las actuaciones financiables en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En el grupo de trabajo sobre prevención y lucha contra el fraude hemos profundizado en la gestión de riesgos como una herramienta extremadamente útil tanto para la prevención de la corrupción como para el enfoque de la auditoría y se ha presentado un ejemplo de modelo con todos los elementos que deberían incluirse para lograr unas administraciones éticas e íntegras en todos sus niveles.
Finalmente, el grupo dedicado a la Administración Local destaca la idea de avanzar hacia un sistema integral de control interno como recomienda el Tribunal de Cuentas europeo y la necesidad de revisar la normativa local para delimitar qué cuentas deben integrar o acompañar a la cuenta general de las entidades locales”.

Premio Auditoría Pública
Asimismo, se entregó el premio al mejor artículo del año 2020 en le Revista Auditoría Pública, que este año correspondió a los funcionarios de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Raúl Rodríguez y a Rocío Bernalpor su “Aproximación práctica a las recomendaciones de auditoría del sector público y su seguimiento”.
La publicación de la Asociación de los Órganos de Control Externo (ASOCEX) se ha consolidado, dentro del mundo profesional de la fiscalización y el control de los fondos públicos, como una herramienta de trabajo imprescindible. El propio Conselleiro Maior durante la entrega del galardón recordaba el primer editorial que decía textualmente «Desde Auditoría Pública queremos dar a conocer lo que hacemos y lo que otros hacen. Asimismo, nos gustaría ser un punto de encuentro de intereses, ideas y experiencias para, desde el rigor, la pluralidad y la profesionalidad, contribuir a hacer más efectiva la función de control, y, a través de ella, la propia acción pública». Unos objetivos que 25 años después José Antonio Redondo afirmaba “con rotundidad que lo hemos conseguido”.
Por cierto, este es el último ejemplar de la revista;
Número 78
- Javier Fernández-Lasquetty: «Las recomendaciones de la Cámara de Cuentas nos ayudan a tomar decisiones en la Administración»
- Casandra, la agorera necesaria. Vicent Cucarella Tormo.
- ¿A qué nos hemos dedicado los OCEX durante la pandemia? Lorenzo Pérez Sarrión
- El rol de la comunicación en las entidades fiscalizadoras regionales europeas. Un estudio empírico Antonio M. López Hernández.
- El Consello de Contas. Un proyecto de colaboración para la construcción de una política de integridad. Constantino Carreiras Souto
- El modelo ISAM como propuesta metodológica para una auditoria operativa de segunda generación. Edith Cassany Virgil
- Los planes de ayuda y de recuperación exigen una fiscalización más allá de la regularidadJoaquín Izquierdo Peris
- La fiscalidad autonómica sobre la contaminación atmosférica. Zacarías Blanco Valero
- Fiscalización con perspectiva de género de las actuaciones fi nanciables por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Mirta García Rosa
La participación ciudadana en las actividades de fiscalización. Visión comparada y posibilidades en el modelo español. Álvaro García Molinero
Auditor Operativo Vs Auditor financiero. José María Cordero Aparicio - Nuevo impulso en las actuaciones de control interno en la Administración Pública Andaluza. Iñaki Rodríguez Campos

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