Durante esta Semana Santa, visitando los confines asturianos conocí a Asho; un japonés que vive como un monje budista. Lejos de vestir su clásico hábito, este ermitaño entrañable lleva una vida bastante humilde y discreta; no se quitó su mono gris en los días pascuales, porque está reconstruyendo una derruida casa de piedra con la …
