Los años pares el Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros de la Administración Local (COSITAL) celebra su congreso. Recuerden que los años impares la IGAE promueve el CCIL, con una logística extraordinaria, como demostró las ediciones de Palencia, de Huesca y de Badajoz.

Pues bien, el Instituto Nacional de Administración Local (INAP) en Madrid fue la sede inicial ayer de la actual edición, bajo el lema “Tradición y compromiso de servicio público” convocando (en 2018, triunfo Gijón) a ponentes de reconocido prestigio para debatir en los seis Talleres previstos así como las diferentes Mesas de hoy viernes, 10 de mayo (en los Auditorios Nouvel del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) y la XIV Asamblea Plenaria del colectivo de habilitados nacionales.

Así pues, seiscientos de nuestros mejores funcionarios -llegados de todo el territorio nacional- debatieron sobre los grandes problemas del sector local, en este año que se cumple el centenario de la promulgación del Estatuto Municipal de 1924. Una norma que la historia ha tratado con generosa indulgencia quizás porque era la obra (elaborada en el tiempo récord de seis semanas) de los mejores especialistas en la materia, algunos de gran resonancia: Antonio Flores de Lemus (en la parte de Hacienda), José Calvo Sotelo, Pi i Suñer y basado en el proyecto non nato de Augusto González Besada. Quizás porque crearon la conocida institución del Silencio Administrativo para aliviar el colapso de miles de solicitudes de licencias sin resolver y que acogerían con alborozo todas las leyes posteriores. Ha sido el catedrático de la Universidad de Salamanca y exrector, Ricardo Rivero Ortega, quien presentó la conferencia especial para hacer un balance de aquella naciente autonomía municipal, con sus amplias competencias y el inicio de la meritocracia como sistema de reclutamiento de sus secretarios, interventores y depositarios. También recibió Rivero el premio que estos altos funcionarios otorgan a una personalidad nacional relevante por sus contribuciones al sector.

Esta delicada tarea que acometen, tantas veces en soledad, tuvo sus distintas referencias en el congreso profesional. Esta semana conocíamos la noticia de la causa abierta contra el alcalde de Degaña, por unos gastos reparados desde el órgano de control interno, que suelen terminar en un juicio por malversación y prevaricación. Mientras tanto, es habitual convivir en el Pleno todos los meses o en la escalera consistorial cada día.

El presidente del Consejo Económico y Social de España presentaba esta misma semana el Informe sobre la Gobernanza Económica donde concluía «La UE tiene que decidir si quiere ser madrastra, como lo fue en la crisis de 2010, con un comportamiento rígido e inmisericorde; o si quiere ser hada madrina, como lo ha sido tras la crisis del covid». Es bonito vivir de varitas mágicas, aunque es mejor que nosotros resolvamos nuestros propios problemas y así dejar los amigos para las emergencias. Ya que hablamos de madres, os recuerdo que a mi generación, ver una buena zapatilla en la mano de una madre fortaleció el carácter más que muchos besos. Quizás la sociedad actual ha perdido el concepto de límite, algo que tiene mucho que ver con la crisis del Estado de Derecho que tanto nos ha costado construir.

Un pequeño inciso para recordar a uno de los secretarios municipales más conocidos en el sector, Victor Almonacid, que tiene un premiado blog, donde recordaba a la promoción del baby boom cuyas madres enseñaron las principales herramientas de control -muy útiles para esos altos funcionarios- con habilidades blandas (o no tan blandas) que dejaron frases míticas que a todos nos suenan: “¿A que voy yo y lo encuentro?” ante la dificultad de aportar un expediente o “Ni por favor ni sin favor” para enseñar a mantener un reparo.

Como viene siendo habitual en las jornadas y congresos del mundo local, el grupo editorial Aranzadi La Ley mantuvo su visitado stand y presentó el último número de la Revista El consultor (ésta también es centenaria) en este caso un especial dedicado a las Tasa Locales y coordinado por Beatriz Moreno Serrano, que incluye destacados artículos de grandes expertos con análisis detallados, perspectivas críticas y propuestas innovadoras que permitan salir con éxito del laberinto de las tasas locales.

Plantillas y acceso

Los pequeños ayuntamientos tienen un habilitado -allí el secretario-interventor- que con cierto tono heroico asume todas las competencias jurídicas y económicas y arbitra esos límites. Ellos también estuvieron respaldados en el congreso. Como tuvo ocasión de recordar en su presentación la tesorera de Gozón, Covadonga Prieto -durante una década presidenta del colectivo asturiano- cuentan con menos de 5.000 habitantes un total de 6.818 municipios españoles, la mitad con el puesto vacante y por tanto cubierto de forma interina. Menudo reto para el empleado -funambulista y sin red- y para los alcaldes rurales -buscando habilitado desesperadamente- en un momento de desafección generalizada por la función pública y frente a la preparación de oposiciones. Todo ello unido a la propia localización geográfica de la mayor parte de los puestos reservados –en la España vaciada- lo que sin duda se convierte en una dificultad, en una sociedad como la actual predominantemente urbana, como remarcó Covadonga. Un cóctel fatal: vivir alejados de los principales núcleos de población y contar recursos económicos insuficientes.

El interventor de Caldas de Reis, José Antonio Rueda, presentó durante su exposición el posicionamiento del colectivo ante posibles modificaciones en el tipo de pruebas que componen los procesos selectivos de acceso a la habilitación nacional. También aludió José Antonio a medidas que se pueden llevar a cabo para incrementar el número de opositores y a la necesidad de usar pruebas objetivas, pero sin el recurso fácil al test que no garantiza el correcto uso de la expresión escrita -redactar el clásico informe con propuesta de resolución- ni la capacidad de expresión oral. Otro difícil reto. El Ministro Escrivá, en sus palabras de la inauguración oficial ratificaba el compromiso de hacer cualquier reforma con el colectivo de habilitados.

Por eso me ha parecido una magnífica idea que Santiago Muñoz Machado, presidente de nuestra Real Academia Española (de la lengua) y catedrático de derecho administrativo tuviese su propia conferencia alertando sobre el correcto uso del castellano, como estratégica herramienta de esta relevante función.