El privilegio de pensar a largo plazo

En Asturias, la “Y” no es otra que el tramo de Autovia A-66 que comunica Oviedo, Gijón y Avilés. Es nuestro Paseo de la Castellana (que diría un madrileño) o una Avenida Diagonal (que diría un barcelonés) pues articula la zona central de la región y permite soñar con la gran área metropolitana de nuestra región frente a la política local. Como miles de asturianos, soy un habitual usuario de esta arteria, desde que la conocí siendo un melenudo autoestopista.

Infraestructuras que cambian nuestras vidas

Muchas infraestructuras son determinantes en el desarrollo y la actividad cotidiana de una región. Desde una Universidad hasta una autovía. Nuestra “Y” soporta cada día miles y miles de vehículos, muchos de ellos de carga pesada, evitándonos con su fluidez un montón de costes en tiempo y dinero. Cuando hay alguna obra (pocas tuvo) nos cabreamos porque aparecen los embotellamientos y se reduce la velocidad de la circulación. Demoras y paradas que, por cierto, pondrán difícil la obligación comunitaria de cobrar por su uso a partir de 2024, que se nos ha olvidado este espinoso tema. Cuando se produce alguna retención por accidente (alcance) en la “Y” a primera hora, miles de empleados llegan tarde a sus centros de trabajo. Entonces nos damos cuenta de la importancia en nuestra vida cotidiana de esta infraestructura, a pesar de contar ya con algunas alternativas paralelas.

Hace cincuenta años, cuando se realizaba esta autovía, su diseño y ejecución ya fue considerada toda una perla entre los profesionales. La razón: ser de hormigón armado y no de asfalto. Hay muy pocas en Europa. Es verdad que para los usuarios frecuentes supone un sufrimiento añadido para las ruedas (y para los oídos), pero desde el estricto punto de vista del mantenimiento, ahorró millones de euros al contribuyente y -sobre todo- evitó muchos atascos y molestias por esas obras de conservación que no necesitó. Un trayecto con tanto tráfico no puede permitirse estar 48 horas cerrado o a medio gas.

La logística de su construcción, durante los primeros años 70 del siglo pasado, fue muy compleja, pues exigía que cada dos horas llegase la hormigonera y descargase con rapidez porque se endurecía. Entonces no había móviles ni algoritmos para ayudar a automatizar o coordinar la operación. Por el contrario, si había muchas posibilidades de que “algo” saliera mal. Pero salió de cine y en las Escuelas de Caminos esta experiencia tiene asegurada una lección anual. En fin, que ahora que está de actualidad la obra del tercer carril (una chapuza de eternas molestias para el usuario) merecen esos inicios un recuerdo. Entonces era recién llegado a Asturias el ingeniero, luego director provincial durante muchos años, Ignacio García-Arango , toda una institución en el sector.

La autovía salió adelante por el empuje del Ministro de obras públicas de la época, Jorge Vigón, Ingeniero militar natural del concejo asturiano de Colunga (¡acabáramos!) que envió a California en los años sesenta a los técnicos del ministerio para estudiar el paraíso de las autopistas ante un futuro crecimiento y apertura al exterior que ya el régimen anticipaba. El convenio de las bases norteamericanas aportaba mil quinientos millones de pesetas para poner en marcha el Plan General de Carreteras de 1961. Como no es políticamente correcto reconocer méritos a ninguna personalidad del franquismo, nada diremos al respecto, aunque su legado material sea positivo (a los Romanos esclavistas se les perdona, incluso en “La vida de Brian”). Si registraremos aquí que la Administración del Estado español tuvo, en esa materia y durante décadas, el mejor equipo de ingenieros de Europa.

Piénsese que entonces todas las infraestructuras importantes tenían dependencia nacional y, lo más importante, se nutrían de los Presupuestos Generales del Estado, entonces mucho más escuálidos que los actuales. Si ahora hay sangre por colar una obra en cualquier plan de contratación, ya sea estatal, autonómica o local, entonces exigía toda una confluencia planetaria para llevarla a cabo. Un ministro era uno de los astros imprescindibles.

Para esta obra se envió un equipo de técnicos a Bélgica, donde sus calzadas sufrían una buena prueba anual de climatología adversa, adaptadas al hielo. Allí, nuestros ingenieros encontraron alguna experiencia aislada de autopistas con hormigón armado. Un material que encarece mucho la obra, aunque a largo plazo es mucho más barato porque requiere un menor coste de conservación. El problema es que “el mantenimiento no se inaugura”. 

Presupuesto anual y contratación 

Con frecuencia, aquello que tiene inicialmente el precio más alto resulta con los años muy barato. Y a la inversa. En la Administración (cortoplacista), a pesar de la actual exigencia de nuestra Ley de contratos del sector público, (artículo 145.1) nunca tenemos en cuenta el ciclo de vida de la inversión, limitados por las partidas presupuestarias anuales que condicionan los proyectos de obras. Un presupuesto es un juego “de suma cero”. Una combinación de intereses, coaliciones y oportunidades donde éxito propio supone el fracaso del compañero. Si logras encajar una importante infraestructura no aspires a virguerías. Los fondos europeos cambiaron algo este escenario durante las pasadas décadas de la abundancia por venir destinados obligatoriamente a inversiones que, de no ejecutarse, se perderían.

Recordemos que la transposición de la Directiva 2014/24/UE el la LCSP, permite adjudicar los contratos con arreglo a criterios basados en la mejor relación coste-eficacia o el coste del ciclo de vida, que se define como el análisis de todos los costes imputables a una obra, servicio o suministro asociados a todas las fases de la vida del mismo es decir, la investigación, la fabricación o producción, la comercialización, el transporte, el uso, el mantenimiento, la adquisición de materias primas, la eliminación e incluso el posible reciclado.

Jorge Pérez Bravo analiza este tema en el capítulo XII de la magnífica obra dirigida por Jaime Pintos Santiago, titulada “Planificación y racionalización de la compra pública” (548 páginas, 59€, incluye versión electrónica) donde quince prestigiosos especialistas en la materia, tanto académicos como profesionales de la gestión, profundizan en el análisis estratégico de la compra pública, en tres bloques: Planificación, racionalización y control. Una obra innovadora que nos conecta con el Buen Gobierno de las Administraciones Públicas. Volveremos al final de este artículo sobre este tema.

El análisis de todos los costes permite al poder adjudicador anteponer una oferta económica con precio inicial más alto como la oferta económicamente más ventajosa al final del contrato. El secreto: un mantenimiento, reparación y gestión de residuos más bajo. La Comisión Europea ha desarrollado una serie de herramientas de cálculo del coste del ciclo de la vida que se analizan en el libro.

Una reflexión final

Por eso, formo parte de los que tienen en tanta estima la experiencia que supuso nuestra “Y”, porque sin duda debieron removerse estos tradicionales obstáculos que permitieron lograr esta joya asumiendo riesgos todos los protagonistas.

No debería concluir sin una mínima autocrítica y una confesión sobre este último aspecto. Disculpad mi sinceridad. Hoy los funcionarios tenemos secuestrados a los políticos, buscamos la facilidad de la tramitación. No importa la eficacia del gasto. Los empleados públicos, escarmentados, estamos cada uno en nuestra parcela, intentamos hacer nuestra tarea lo mejor posible pero, eso sí: sin correr ningún riesgo. Pocos quieren innovar ni piensan en un proyecto institucional.

Los escarmentados funcionarios procuramos no implicarnos demasiado. Dejamos esa milonga a los políticos. El problema es que ellos carecen de la visión y el argumentario para el debate administrativo y en cualquier refriega técnica o jurídica salen trasquilados, con más problemas de los que tenían al iniciarlo. Aunque está en sus manos resolver y aligerar la burocracia o las actitudes, no lo harán por el desgaste que supone y siempre hay algunas elecciones cercanas.

Una versión de este artículo fue publicada en La Nueva España

José Antonio Moreno Molina | Observatorio de Contratación ...

NOTA DE SOCIEDAD. Conferencia on line de José Antonio Moreno Molina

El Paraninfo de la Universidad de Castilla La Mancha con sede en Cuenca acogerá el martes, 27 de septiembre, el acto de apertura del curso académico 2022/2023, bajo la presidencia de rector, Julián Garde. La ceremonia podrá seguirse en directo desde la página web de la Universidad regional y comenzará a las 12.00 horas con la tradicional procesión de doctores, contará con la intervención del catedrático de Derecho Administrativo José Antonio Moreno Molina, encargado de impartir la lección inaugural del curso académico titulada ‘El derecho a una buena administración’.

4 comentarios en “El privilegio de pensar a largo plazo

  1. Carlos Pinna de Assis

    Excelente artigo!
    Poucas vezes temos lido algo tão pragmático na análise das obras públicas.
    São, certamente, os efeitos virtuosos da confluência do saber acadêmico com a experiência do controle externo das despesas do governo.
    Parabéns ao Autor, sempre muito preciso e motivador.
    Conselheiro Carlos Pinna de Assis
    Decano do Tribunal de Contas de Sergipe, Ex-Presidente da Asul e da Atricon.

    Le gusta a 1 persona

  2. Pingback: Candidaturas para los Premios al mejor Artículo Jurídico en Red (Blogs Jurídicos de Oro, 2022) - delajusticia.com - El rincón jurídico de José Ramón Chaves

Gracias por comentar con el fin de mejorar

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.