Ayer hemos terminado un bloque del Master Oficial de Auditoría del Sector Público de la UCLM con el estudio de la organización y funcionamiento de las Instituciones Europeas, con su Tribunal de Cuentas (TCEu) ejerciendo un papel central de control. Como venimos haciendo durante los últimos años, esta misión se asigna a Eduardo Ruiz, quien fuera una década Secretario General del TCEu, lo que le obligaba a participar en muchas comparecencias, no sólo en la Descarga anual sino en el seguimiento periódico que los miembros de la Comisión Europea realizan sobre la constelación de organismos. Sin ir muy lejos, aquí en 2010, comentábamos su exposición anual en el Senado español.
Eduardo plantea las clases con bastante dialogo, algo inevitable ante el elevado nivel de los asistentes, que tienen su propia experiencia en los temas que se exponen y aportan su propia visión. Aquí hace tres años, por ejemplo. Ya no digamos su práctica en las clases presenciales, tan amenas. Aquí, hace cuatro años, por ejemplo, que es mi preferida.
En un momento de la exposición debatimos sobre las herramientas de evaluación de los resultados de los informes. Algo muy habitual, también en el mundo local. Desde el porcentaje de ejecución del plan anual de trabajo hasta el impacto de ahorros al contribuyente.
El primero es un dilema clásico. Si eres ambicioso en la planificación (incluso optimista) llegas lejos pero tu autoevalución no te dejará bien parado.
El tema de los ahorros logrados en otro indicador clásico del mundo anglosajon, donde los informes intentan cuantificar el impàcto financiero que produciría seguir las recomendaciones de los informes. Hace diez años ya comentábamos esta práctica de la GAO y la NAO.
Hace unos días también tuvimos en el master la visita de otra personalidad del control de los fondos europeos. Álvaro Garrido Lestache, Auditor Principal. Tribunal de Cuentas Europeo, repasó la fiscalización del Programa Marco de Apoyo a la I+D. Ahí estuvimos a pie de calle, con los problemas cotidianos de los auditores. También de los gestores como las dificultades de la absorción de los fondos.
Los auditores piden simplificar el complejo panorama financiero de la UE
Ayer mismo se hizo público el interesante informe especial 5/2023 titulado “El panorama financiero de la UE: Un mosaico que exige un mayor grado de simplificación y de rendición de cuentas. El Tribunal concluye que el panorama financiero de la UE -establecido a través de lo que califica como “un planteamiento fragmentario”- ha dado lugar a una construcción deslavazada de instrumentos con distintas fuentes de financiación y disposiciones gubernamentales. El informe apunta que algunos instrumentos presentan un déficit de auditoría de gestión y no son supervisados por el Parlamento Europeo.
Constata que se crearon nuevos instrumentos con el fin de responder a los retos políticos emergentes y a las limitaciones jurídicas o prácticas para utilizar los instrumentos existentes. Sin embargo, en la mayoría de instrumentos evaluados no se adoptaron buenas prácticas, como una serie de pruebas claras de que la opción seleccionada y su concepción eran las más adecuadas. Como consecuencia, los mecanismos de gobernanza de tipos de instrumentos similares varían sustancialmente, lo que aumenta la complejidad general.
Los instrumentos financieros extrapresupuestarios se han multiplicado en los últimos quince años y hacen más complejo el panorama financiero de la UE.
Este planteamiento fragmentario del panorama financiero de la UE se ha seguido durante decenios y ha producido un mosaico demasiado complejo que no se somete del todo a una rendición pública de cuentas, según un nuevo informe del Tribunal de Cuentas Europeo. El presupuesto de la UE ocupa un lugar central, pero este panorama contiene cada vez más instrumentos híbridos y extrapresupuestarios. Estos recientes instrumentos se han multiplicado en los últimos quince años, y los auditores recomiendan un mayor esfuerzo de consolidación.
La nota de prensa resalta que «El Parlamento Europeo describe el panorama financiero actual de la UE como una constelación de fondos e instrumentos alrededor del presupuesto», afirma François-Roger Cazala, Miembro del Tribunal que dirige la auditoría. «Hay motivos para crearlos, pero si se quiere mejorar su eficiencia y transparencia, pensamos que deben simplificarse y someterse a la rendición pública de cuentas».
Los auditores examinaron por qué había aumentado el número de instrumentos diversificados que no se integran del todo en el presupuesto de la UE. Las circunstancias jurídicas, políticas o económicas que concurren cuando se crea un instrumento justifican en la mayoría de casos su carácter extrapresupuestario. Por ejemplo, los instrumentos de ayuda financiera basados en préstamos y empréstitos tuvieron que desarrollarse fuera del presupuesto de la UE porque este no permite contraer préstamos. La mayoría de instrumentos se crearon para responder lo antes posible a situaciones de crisis, como la necesidad apremiante de financiar a Grecia y afrontar la crisis de deuda soberana de 2010.
La creación de los instrumentos estaba justificada, pero muchos de ellos carecían de una evaluación previa adecuada: el diseño seleccionado, como su carácter extrapresupuestario, no se acompañaba de evaluaciones de impacto o evaluaciones previas similares en la mayoría de casos. De esta manera, no puede demostrarse que crear un instrumento extrapresupuestario sea mejor que emplear el presupuesto de la UE, o que el instrumento propuesto sea el más eficiente, señalan los auditores.
Los auditores recomiendan que se recopile y publique información completa y consolidada sobre todos los instrumentos. El informe sobre transparencia presupuestaria recientemente introducido por la Comisión Europea se considera un paso positivo, pero no abarca todos los instrumentos. Además, existe un déficit de auditoría de gestión en los instrumentos que no son competencia del Tribunal de Cuentas Europeo, y el control del Parlamento tampoco es exhaustivo. Esto crea una laguna, ya que la naturaleza o el grado de control público y, por tanto, de la rendición de cuentas, puede variar en función del tipo de instrumento financiero empleado.
Las disposiciones de flexibilidad presupuestaria de la UE han aumentado con el marco financiero 2021-2027, lo que debería permitir que se gestionen mejor las necesidades específicas e impredecibles con el presupuesto de la UE, y reducir la necesidad de crear instrumentos específicos. También se produjeron avances en la consolidación de varios instrumentos en el presupuesto de la UE, pero se crearon otros dos nuevos en respuesta al COVID-19: SURE e Instrumento Europeo de Recuperación. No se explotaron todas las opciones de simplificación, especialmente de los instrumentos de ayuda financiera a los Estados miembros o a algunos países no pertenecientes a la Unión. Los auditores recomiendan a la Comisión que proponga incluir el Fondo de Modernización en el presupuesto de la UE, así como integrar y consolidar los instrumentos existentes de ayuda financiera.
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