La semana pasada asistí a dos brillantes y vanguardistas ponencias durante el curso de verano dirigido por José María Gimeno Feliú y Miguel Ángel Bernal, que el Observatorio de la contratación (OBCP) celebró brillantemente en Panticosa y cuyo contenido intentaré repasar en esta entrada. Se trataba de las posibilidades de explotación de los datos aportados por la plataforma de contratación del sector público. Ya avanzamos aquí las dos posibles visiones del mismo tema: desde el derecho administrativo y desde la ciencia de los datos. El jurista Rubén Martínez Gutiérrez (Universidad de Alicante) y el ingeniero Manuel J. García Rodríguez (Universidad de Oviedo) realizaron sus exposiciones respectivas sobre datos abiertos y contratación pública, con su experiencia añadida.

Existe un consenso entre los científicos de datos sobre los beneficios de promover nuevas formas de colaboración con diferentes sectores para que intercambien sus datos y su experiencia que permitan crear valor público. Aunque se pueden utilizar tanto de forma conveniente como inconveniente, los datos no son un activo sencillo pues son el resultado del respectivo ciclo de vida. Un marco similar a una cebolla por capas que incluye la tarea de recopilar, procesar, analizar, compartir y usar.
Una vez que se han generado los datos, deben ser accesibles a aquellos que pueden usarlos pues pueden aumentar enormemente su valor, simplemente exponiéndolos a la colaboración con otras organizaciones a través de diversos mecanismos, añadiendo así una nueva capa de gestión. La pandemia fue derrotada, entre otras armas, con datos.
Los datos son el único activo de las organizaciones que al compartirlos aumentan de valor.
El propio Tribunal de Cuentas Europeo en el informe presentado esta misma semana, titulado “Datos en la política agrícola común: El potencial desaprovechado que ofrecen los macrodatos para las evaluaciones de la política” concluye que existe un margen significativo (forma elegante que usa el auditor europeo para decir que algo no se está haciendo) para que la Comisión incorpore análisis y herramientas avanzadas y rentables en sus sistemas informáticos para el tratamiento automatizado de la información, así como para hacer un mejor uso de los datos para el análisis de políticas.
El informe considera que los «macrodatos» incluidos en el subtítulo son datos que resultan demasiado complejos o demasiado grandes para los sistemas tradicionales de tratamiento de datos, y que necesitan herramientas avanzadas y potencia de cálculo.
Pero volvamos a Panticosa ….
Datos abiertos en contratación
Rubén Martínez Gutiérrez es Profesor Titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Alicante, donde además ejerce de Delegado de Protección de Datos. Es uno de aquellos jóvenes doctores formados alrededor del magisterio administrativista de D. Ramón Martín Mateo, durante su fructífera etapa alicantina.

Su exposición se centró una de las novedades de la Plataforma de contratos del sector público: los datos abiertos. Un gran avance que ha pasado desapercibido para el gran público y que hoy contribuimos a divulgar.
En su opinión, la PLCSP casi sin saberlo, ha articulado dispositivos prácticos para la reutilización basados en datos abiertos de contratación. Lo ha hecho proporcionando no solo el plato sino también la cuchara (siguiendo el símil de la cebolla). Tanto abriendo los datos como poniendo a disposición una aplicación informática de análisis.
Primero, cuatro conjuntos de datos abiertos:
- Licitaciones publicadas en los perfiles del contratante ubicados en la Plataforma de Contratación del Sector Público, excluyendo los contratos menores
- Licitaciones publicadas en la Plataforma mediante mecanismos de agregación, excluyendo los contratos menores
- Contratos menores publicados en los perfiles del contratante ubicados en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
- Perfiles de contratante de los órganos de contratación alojados en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
Segundo: la herramienta OPEN PLACSP:

La Subdirección General de Coordinación de la Contratación Electrónica ha elaborado la herramienta OpenPLACSP, para facilitar la transformación de los ficheros de datos abiertos en un documento de hoja de cálculo con los principales datos de las licitaciones seleccionadas.
Con esta herramienta se pretende que cualquier interesado pueda trabajar de una forma rápida y sencilla con los datos abiertos que se ponen a disposición y se distribuye mediante licencia de software libre EUPL 1.2, creada por la Unión Europea.
Se cumple así el mandato del art. 63.2 de la LCSP: “toda la información contenida en los perfiles de contratante se publicará en formatos abiertos y reutilizables, y permanecerá accesible al público durante un periodo de tiempo no inferior a 5 años, sin perjuicio de que se permita el acceso a expedientes anteriores ante solicitudes de información”.
Rubén Martínez terminó planteando algunos retos para esta iniciativa. El primero aprovechar el potencial de esa apertura y su posible reutilización para:
- Una mejor planificación de la contratación (datos de licitaciones, de ejecución contractual, etc.)
- Una mejor elaboración de pliegos, ayudando a acotar la discrecionalidad y a evitar que procedimientos de licitación queden desiertos
- Que las empresas puedan elaborar mejores productos y mejores ofertas
- Que las empresas y el sector público puedan realizar estudios comparativos masivos
- Sumar el potencial de los datos abiertos a sistemas de contratación electrónicos: SDA, catálogos electrónicos, SE…
- Control de prácticas colusorias, irregulares y corruptas
- Mejor control de la ejecución de los contratos públicos
Buceando en el mar (abierto) de los datos
Los muy cafeteros habréis leído en el último número de la revista Auditoría Pública un esplendido artículo titulado “Tecnologías digitales para el control de la contratación pública”. Su autor, Manuel J. García, es eso que llamamos científico de datos y trabaja como ingeniero de telecomunicaciones en NTT Data. En un par de semanas leerá su tesis doctoral en la Universidad de Oviedo (daremos oportuna cuenta del evento) bajo el título “Las licitaciones públicas: análisis de datos y sistemas predictores utilizando métodos de machine learning”. En Panticosa intentó describir con un lenguaje sencillo, herramientas desarrolladas por él para detectar licitaciones irregulares (pliegos elaborados supuestamente por el adjudicatario), estimar el precio de adjudicación y predecir un grupo de empresas que puedan llevar a cabo una licitación.
El ponente agradeció públicamente las sugerencias del exconsejero de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Enrique Benitez Palma, para investigar en las técnicas de minería de datos como apoyo del control externo del gasto público y, especialmente en la contratación pública:
“Hay pocos investigadores y artículos académicos que se dediquen a aplicar el análisis masivo de datos y la Inteligencia Artificial (IA) en la contratación pública, ni en España ni en otros países. Se debe fundamentalmente a que la IA necesita grandes volúmenes de datos y no es hasta hace pocos años que se dispone de ello, gracias a la publicación masiva de contratos de cualquier sector e importe”.
Hace unos meses Manuel saltó a la fama cuando el diario El País se hizo eco de su trabajo con los datos de la Plataforma de contratación del Sector Público, donde busco coincidencias entre los metadatos, adecuadamente filtrados, incluidos en los pliegos de un millón de licitaciones (hay 200.000 anuales) y los comparó con sus adjudicatarios. Encontró sospechosas coincidencias que demostraban que el licitador “uso” un documento de prescripciones creado por quien después resultó adjudicatario.
Excelente!! Muchas gracias, Antonio!!
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Esplendido resumen!
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