La explotación de los datos en la industria del futuro. La inteligencia artificial permite anticipar tendencias, crear patrones y hacer diagnósticos con ellos. Las grandes multinacionales como Facebook, Google o Amazon los usan despiadadamente.
La pandemia que nos asola ha mostrado la necesidad de tener datos sanitarios agregados: ¿Hay más pacientes de minorías étnicas? ¿Y por género? ¿Por edad? ¿De barrios ricos o pobres? En España, hoy día, las estadísticas son elaboradas de manera artesanal porque nuestro sistema “nacional” de salud no los integra, al estar la competencia transferida. Incluso dentro de una misma Comunidad Autónoma no son compatibles las herramientas informáticas. En Alemania, hay que ir al hospital con las radiografías y los análisis bajo el brazo (eso lo he visto yo) porque desde otro (o el mismo) hospital no se puede acceder a tu historia clínica. Lecciones las justas.

En mi centro de salud de Oviedo, hace años que se suprimió el papel y la red lo mueve todo en conexión con el hospital central. Tengo suerte de que la historia clínica esta digitalizada en el area sanitaria. Pero si me voy a otra localidad (ya no digamos otra Comunidad) no es posible acceder o leerlo. Hay otro sistema informático. En la Administración de justicia pasa algo parecido entre CCAA pero la sanidad acaba de mostrarnos la importancia de la gestión de las grandes bases de datos.
Del átomo al bit
Esta misma semana, The Economist publicaba un interesante artículo donde apuntaba una nueva vuelta de tuerca: la necesidad de incorporar en tiempo real la explotación masiva de los registros sanitarios “que dejarían de ser meras reservas de datos para convertirse en piezas activas de la infraestructura que sustenta la investigación médica (..) para el desarrollo de la inteligencia artificial sanitaria, que requiere grandes cantidades de datos bien gestionados para aprender sobre dolencias con suficiente precisión”.
El artículo (nunca van firmados, pues el consejo editorial desde hace casi dos siglos se hace responsable colectivamente de la información) cuenta la experiencia del Dr. Goldacre en una investigación de explotación de los datos agregados de los pacientes británicos del COVID-19: “Algo que solo fue posible debido a los incentivos creados por la pandemia y al ingenio del grupo que reunió a epidemiólogos y científicos de datos, que se llaman a sí mismos Open safely Collective”.
En tan solo 42 días pasaron de la idea a la publicación. Increíble. En circunstancias normales, el simple hecho de obtener el permiso para examinar un conjunto de datos de salud tan sensibles tardaría meses: “saltar a través de los aros de los comités de ética, inspectores de seguridad informática, ejecutar el análisis y publicarlo finalmente tal vez llevaría años”, cuenta el director. La buena voluntad de todo el mundo ante la emergencia ayudó. Para los muy cafeteros les apunto la solución: no se intentó copiar los datos ni exportarlos. Escribieron un software que les permitió realizar su análisis dentro del propio centro de datos.
Un tratamiento de datos casi en tiempo real por al propia Administración que es un ejemplo en todo el mundo, como hoy mismo y durante la interesante jornada divulgativa de Globoversia sobre el COVID-19, exponía el científico Miguel Marcos a pregunta mía, aludiendo para España a las iniciativas de sociedades científicas para elaborar registros con los datos que muchos hospitales introducen.

Transformación digital del Servicio Británico de Salud
Todo esto coincide esta misma semana con un informe de la National Audit Office del Reino Unido que hacía público la recomendación de gestión sanitaria es “esencial implementar nuevas formas de trabajo con mejores servicios digitales”.
Para los auditores, los servicios de salud y de atención sanitaria del NHS están atendidos por personas, procesos y sistemas tecnológicos «heredados», algunos de los cuales «están obsoletos y son ineficientes”. Recomienda al NHS someterse a una efectiva transformación digital, que además da título a informe.
Los anteriores intentos de lograrlo, entre 2002 y 2011, fueron costosos y resultaron, en gran medida, fallidos. El informe repasa el historial de gatillazos. El objetivo de lograr un NHS ‘sin papel’ para 2018 no se logró pues incluyen sistemas de TI obsoletos que no se conectan a otros sistemas.
Las organizaciones locales del NHS enfrentan grandes desafíos para trabajar hacia la transformación digital en complejas áreas como estrategia, gobernanza, recursos financieros y humanos así como algunos retos técnicos a resolver. Hacerlo requerirá una alta inversión así como habilidades y una capacidad de integrar la interoperabilidad entre sistemas en un entorno tan complejo.
Los auditores británicos los dicen con una flema digna del Dr. Watson: «A menos que el Departamento y sus Entidades independientes aborden estos problemas de manera mucho más efectiva entonces es poco probable que alcancen una buena relación calidad-precio por los 8.100 millones de libras que estiman que se gastarán en transformación digital hasta 2024″.
El progreso en la transformación de los servicios digitales en el NHS ha sido más lento de lo esperado.
Este informe fue preparado antes de la pandemia de coronavirus. Reconociendo que el ministerio tienen hoy en día prioridades operativas sin precedentes, la NAO decidió publicarlo “porque contiene información valiosa que seguirá siendo relevante y ayudará con la transformación digital en el NHS a largo plazo”.
El trabajo concluye que la inversión reciente en transformación digital ha sido inadecuada, y no está claro si la financiación actual será suficiente para satisfacer las ambiciones del gobierno porque los planes se basan en estimaciones de costes muy limitadas.
«El gran desafío es mejorar los servicios digitales del NHS e implementar nuevas formas de trabajo»
La madurez digital de servicio ha mejorado, aunque persisten desafíos importantes. En 2017, el 83% de los centros evaluaron su capacidad para planificar y usar servicios digitales como alta, en comparación con el 65% en 2016. Sin embargo, la capacidad digital (el uso de tecnología para brindar atención) sigue siendo un desafío importante pues la mitad de los gestores dudaban de que el personal pueda confiar en los registros digitales para obtener la información digital cuando la necesitan y permitir que se comparta sin problemas en todo el NHS para que los usuarios la entiendan de la misma manera. Ha habido algún progreso hacia la ‘interoperabilidad’ de los datos, pero se carece de un plazo de tiempo para lograrlo”.
Al final, concluye: «La prestación de servicios de salud continuará cambiando, y debe contar con el apoyo de sistemas de información modernos, integrados y actualizados. Para enfrentar este desafío, el Departamento y sus órganos independientes deben desarrollar una mayor inversión, establecer una dirección clara para las organizaciones locales y gestionar los riesgos que se avecinan. Si no lo hacen, es poco probable que cumplan sus ambiciones de transformación digital y eficiencia».
Amigo Antonio, siempre estás al más rabioso día. Esta tarde la he dedicado a leer y estudiar el informe de la UK NAO que comentas. Coincido en que es de gran interés , voy a tomar varias ideas para un informe sobre transformación digital de la administración que estamos elaborando.
Me gustaMe gusta
Gracias, Antonio. Tu si que estás a la última siempre como demuestras en tus conferencias y publicaciones. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Pingback: Sociedad digital y vida real – Fiscalizacion.es
Pingback: Estimado Sr. Alcalde: nuestro robot afirma que su ayuntamiento está comprando muy caro – Fiscalizacion.es
Pingback: No puedo subir al avión. La máquina dice que la foto del pasaporte no es mía – Fiscalizacion.es
Pingback: La cebolla del dato – Fiscalizacion.es