
Fue un verdadero soplo de aire fresco escuchar en directo a Jaime Gómez Obregón. Los encorbatados asistentes a los XV Encuentros de los OCEX necesitamos ir entrando en calor poco a poco para apreciar toda la valía de este enérgico ingeniero que está en lo mejor de su carrera profesional. Los burócratas participamos de cambios lentos -por contrastados- en la defensa de los intereses generales, vivimos en el respeto a los procedimientos. Somos cautelosos. Las burocracias aportan garantías y estas también funcional para los malos.
Así que Alfonso Peña, presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón, decidió pegarnos un meneo y airearnos con lo que está pasando ahí fuera. Vaya si lo consiguió. incluyó en el programa a un activista de la transparencia política en la contratación del sector público, miembro del comité ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Cantabria, que en 2020 comenzó a cruzar los datos de los adjudicatarios con las listas electorales desde 1979. En la Chanchullopedia descargó dos millones de contratos de la Plataforma de Contratación del Sector Público en Cantabria así como los datos de un millón de candidatos electorales desde la llegada de nuestra democracia. Ya os imagináis que afloraron bastantes contrataciones sospechosas, iniciándose así un proyecto, al que seguirían otros similares sobre adjudicaciones a candidatos de partidos mediante contratos menores.

En su disertación, Jaime nos contó sus dificultades para realizar ese estudio, porque el portal institucional de transparencia de Cantabria no permitía al ciudadano la descarga masiva de datos. Planteada la dificultad como reto, encontró y utilizó un resquicio técnico para ello. También desarrolló una aplicación informática para obtener los nombres de los candidatos a partir de los registros oficiales publicados por el Ministerio del Interior, que publicó como software libre.
El resultado de este trabajo lo puso a disposición pública, con una amplia repercusión parlamentaria, así como en la prensa autonómica y nacional. Su iniciativa fue reconocida por SAS Institute como uno de los mejores proyectos de ciencia de datos de España y Portugal en 2020.
La Cámara de Cuentas de Aragón ha sido siempre muy combativa en los aspectos de accesibilidad de los datos de contratación. El propio Alfonso Peña confesaba en la presentación del conferenciante que con esta invitación se reconocía también la importancia de que haya ciudadanos -como Jaime- que se ocupen desinteresadamente de estas tareas fiscalizadoras ¿Pueden contribuir a nuestra calidad democrática? Sin duda: son imprescindibles en la búsqueda de la verdad, en linea con lo sugerido por Carmen Rivas, Jefe de comunicación de los auditores aragoneses en el IV Congreso de lucha contra la Corrupción celebrado un par de semanas antes en la Universidad de Salamanca.

La conferencia se titulaba “Nuevas tecnologías, gestión de datos y herramientas de IA” y el ponente pareció querer marcar distancias escogiendo bien su atuendo. Camiseta informal de espíritu libre frente a la etiqueta de nuestros rigores formales. Captamos el mensaje, Jaime. Sobre todo viendo esta entrevista con Hay derecho donde aporta interesante ideas para mejorar la gestión administrativa. Desde no borrar los datos de adjudicatarios cada cinco años (plazo mínimo que se exige publicidad) o publicar asimismo los restantes licitadores. También liberar las bases de datos mercantiles donde hoy no se pueden hacer búsquedas. Lo mismo que en el Registro de licitadores, donde el paternalismo administrativo roza la estupidez malévola impidiendo su descarga.
La conferencia comenzó con la noticia de la detención en su casa del jefe de servicio de Carreteras con una máquina para contar billetes y una caja fuerte oculta en una pared que contenía 530.000 euros …. Elogiando a la UDEF por detectar el sobrepatrimonio, se preguntó porqué no hubo indicios. Dónde estaba la burocracia. Tocados. Porque la tecnología hoy permite cruzar bases de datos y, aunque la Administración con alguna frecuencia no facilita la navegación, los tecnólogos logran esquivar las dificultades. Y él es un maestro para esos atajos.
La historia que aportan los datos …

Jaime quiso hacer un portal «para mi madre» donde cualquiera pueda bajar los datos, donde se puedan comparar y constatar con quienes compiten con los contratistas y, saltando de unos a otros fácilmente, se puedan encontrar indicios de colusión. La verdad es que la navegación y la limpieza de la página es ejemplar. Todo son datos o lo que es lo mismo: hechos, evidencias. Eso le da mucha seguridad al presentar las pantallas, como al robot de la comedia cortocircuito hace ya 40 años, pero intuitivo y práctico.
Frente a las cargas formales antifraude que nos hacen dudar de su eficacia real, el silbato (Kike, dixit) de Jaime Obregón marcó la linea de juego en La romareda. La apuesta de Alfonso Peña resultó acertada, nos metió el veneno dentro y la iniciativa tuvo su resonancia. Quizás lo más interesante del congreso.

En el turno de cuestiones, un senior como Antonio Minguillón, uno de los padres de la Administración electrónica de los OCEX, dejaba en el aire la pregunta final a los presidentes y consejeros allí presentes: cuándo se va a impulsar algo como esto -originado desde la sociedad civil, insistimos- a quienes deberíamos acercarnos porque tienen tienen muy buenas ideas y derrochan entusiasmo. En los siguientes Encuentros alguien deberá recoger el testigo. Hacen más por luchar contra la corrupción que muchas instituciones y eso entiendo que haya incomodado a una parte del auditorio, incluyéndome a mi mismo.



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