Dentro del IX CONGRESO NACIONAL DE AUDITORÍA EN EL SECTOR PÚBLICO que organizan FIASEP y la Universidad de Salamanca la tarde del próximo jueves 15 de octubre se abordará el tema de la inteligencia emocional en la Administración Pública dentro del grupo de trabajo C1. Modera la actividad Aitor Alzola de Antoñana, Presidente del Comité de Firmas de FIASEP y contará con una interesante ponencia de Juan Manuel Rodríguez Moruno, director del área de Bienestar Corporativo ANSARI.
Juan Manuel ofrecerá una visión global de la importancia de la inteligencia emocional -cuyas características presentará- dentro de la Administración Pública, para la gestión de las personas así como el nuevo rol que debe adquirir el líder. Expondrá también los beneficios que aporta la inteligencia emocional en la negociación, entendida como acción que realizamos en la mayor parte de nuestra actividad diaria y enfocada a la relación existente entre colaboradores.
Estas construcciones se basan en las teorías científicas de Daniel Goleman, psicólogo que en los años 90 divulgó el concepto ya existente, aunque hasta entonces desconocido, de inteligencia emocional. Con su “teoría de las inteligencias múltiples”, Howard Gardner (premio Príncipe de Asturias 2011) había aportado en 1987 la revolucionaria idea de que todos poseemos diferentes tipos de inteligencias (en plural) como la lógico-matemática, interpersonal, lingüística, espacial, musical … En la actualidad, es imprescindible mencionar las construcciones científicas de Daniel Goleman, psicólogo que en esos años popularizó el concepto ya existente, aunque hasta entonces desconocido, de la inteligencia emocional.
¿Organizaciones emocionales?
A continuación escucharemos la interesante aportación de Sandra Barrio Carvajal, auditora de la Cámara de Cuentas de Andalucía que lleva años trabajando los aspectos psicológicos del control interno y del fraude. Su título: «cómo influyen las competencias emocionales en los auditores» lo nos da pie para hablar de un nuevo enfoque en el control interno de las organizaciones, desde la nueva perspectiva psicológica de los riesgos.
Estos días acaba de ver la luz el libro “Auditoría emocional de la organización. Gestión y control de riesgos“ de Luis Barrio Tato y Sandra Barrio Carvajal (editorial Pirámide, 184 páginas y 15 euros) que aborda una visión integral del control interno en las organizaciones con esa perspectiva de la gestión emocional.
Estamos ante una obra de madurez, de quienes conocen bien los entresijos de las organizaciones; dos funcionarios (padre –hoy jubilado- e hija) con amplia experiencia tras una vida profesional vinculada al control interno de las organizaciones (veinte años cada uno).
Los autores revisan los conceptos básicos de inteligencia emocional y control interno, así como el de riesgo de la organización, en el marco ERM (Enterprise Risk Management) con especial atención a los riesgos profesionales. También se expone el concepto de riesgo emocional desde un punto de vista innovador, desde una doble perspectiva, individual y organizacional proponiendo un modelo de auditoría emocional.
Se trata de conceptos pioneros que unen dos perspectivas: la financiera y la emocional, así como la individual o la social, manejando unas herramientas sobradamente conocidas y contrastadas por los auditores en el mundo material pero hasta ahora nunca adoptadas para los aspectos inmateriales y psicológicos.
El interventor-auditor del Estado, José María Santacana, suele recordar en sus ponencias que la existencia de un positivo ambiente de control (COSO dixit) facilita la percepción de interdependencia entre las actuaciones de gestión, control-evaluación y presupuestación, facilitando la reducción de incertidumbres, de los niveles de riesgo y de las posibilidades de comportamientos de gestión no deseados.
Lejos queda la definición del escritor norteamericano Elbert Hubbard, que describía ásperamente al auditor típico del siglo pasado, con su corazón de feldespato. Hoy, en tiempos de pandemia, deben entrar a conocer de temas impensables hace unos años, como la auditoría ética o medioambiental. Incluso sobre la gestión de la pandemia como se reclama desde muchos sectores de la sociedad civil.
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