La Oficina Nacional de Auditoría de Australia (ANAO) en un conocido informe de hace diez años, sobre el órgano de auditoría interna de las instituciones públicas australianas, consideraba esa función como una herramienta de la dirección.
La declaración no era baladí, pues la ANAO intentaba huir de las funciones tradicionales de la auditoría interna que, en esencia, eran controles formales respecto al proceso presupuestario. Su evolución se presenta en el cuadro siguiente:

En su Manual de Buenas Prácticas, la ANAO recordaba que los gerentes, demasiado a menudo, no entienden ni aprecian el valor potencial de una función de la auditoría interna eficaz. Como consecuencia, contribuyen a su propia ineficiencia al usarla como una “escombrera” (si, han leído bien), asignándole personal de bajo rendimiento, sin relevancia o adecuación de sus habilidades, conocimientos o valores.
Es frecuente que la Alta Dirección crea que la gestión es lo importante y que el control es secundario. A lo sumo la auditoría interna es una escuela de directivos. De acuerdo con su investigación, la ANAO sugiere que los departamentos de auditoría interna, para ser eficaces, deben operar bajo los siguientes cuatro principios:
- Disfrutar del pleno apoyo de la Alta Dirección. Solemos bromear con el siguiente indicador: la influencia del órgano de control interno se mide inversamente con el tiempo que tarda en recibirte el Presidente del organismo.
- Satisfacer las necesidades de sus usuarios/clientes.
- Los recursos destinados a las actividades de la auditoría interna logran un equilibrio adecuado de experiencia y conocimientos de auditoría. Se recomienda como media del sector público un gasto en auditoría interna del 0.038% sobre el gasto total, del 0.019% sobre el activo y una dotación de empleados de 1 por cada 347.
- Trabajar con una cultura de mejora contínua. La función de la auditoría interna debe perfeccionar sus procesos a través del benchmarking y de revisiones entre colegas o como un participante en las actividades de mejora contínua de la organización. Debe tener también su propia cultura de progreso y aspirar a asegurar que sus procesos están de acuerdo con la mejor práctica. Para ello debe emplear una orientación hacia las necesidades del cliente y realizar periódicamente una encuesta formal entre los «usuarios» del departamento.
Nueva guía de la ANAO
La últimas publicación de la ANAO sobre auditoría interna es de una gran ayuda para quienes desempeñan esa tarea. Así, una Guía de Buenas Prácticas proporciona orientación sobre la realización de la mejor práctica de auditoría interna en el sector público australiano .
Como tal, la Guía incluye las cuestiones fundamentales que las entidades deben tener en cuenta en la determinación de las funciones y responsabilidades de la auditoría interna. También es útil para establecer futuras orientaciones y planes de trabajo en este área. La segunda parte de la guía incluye un modelo de carta constitutiva del departamento de auditoría interna y en la tercera parte aporta una serie de formularios, listas de verificación y otros instrumentos que permite a las entidades personalizar y ayudar en el examen y la gestión de sus funciones de auditoría interna.

Replica a Mejora contínua en Auditoría Interna | Antonio Arias Rodríguez es Fiscalización Cancelar la respuesta