Este miércoles 8 de abril de 2020 a las 19 horas tendrá lugar en el Colegio de Economistas de Madrid la presentación online del nº extraordinario de la revista Economistas. Con el título «España 2019. Un balance» (ya se puede descargar) ofrece la oportunidad de escuchar la intervención del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que contestará también a algunas preguntas.
En el acto (seguir on line) intervendrán también Pascual Fernández, Decano del Colegio de Economistas de Madrid y Valentín Pich, Presidente del Consejo General de Economistas.
El futuro del sector público
El monográfico ha sido coordinado por Jaime Requeijo e incorpora algunas de las principales firmas del análisis económico español. Hoy, que cualquier estudio queda supeditado a las imprevisibles consecuencias de la crisis del Corinavirus, las reflexiones presentadas no impiden apuntar que la economía española experimentaba ya un proceso de desaceleración en un entorno mundial con tensiones múltiples, sobre todo en el terreno de la política comercial.
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, referidos al 2019, el Producto Interior Bruto español había crecido un 1,8% y la tasa de paro estaba situada en el 13,78% con un sustancial desequilibrio de las finanzas públicas por el elevado volumen de deuda. Qué lejano parece ese escenario.
El apartado de Sector público, cuyo responsable ha sido José Mª Espí, aporta algunos notables autores como son María Cadaval (“El Estado incumple los objetivos de estabilidad presupuestaria”, Elena Aparici (“El Tesoro público en 2019”), César Cantalapiedra y Mª Montaña González (“Las CC.AA. ante la expectativa de nuevas reformas”) así como Roberto Fernández Llera que analiza “El sector público local ante la tercera década del siglo XXI”.
Los remanentes locales
En este último trabajo, Fernández Llera, Síndico Mayor del Principado de Asturias, repasa las principales magnitudes de ingresos y gastos de las Entidades locales. Recordemos que el sector público local terminaba 2019 con numerosos desafíos. Algunos muy nobles como su contribución al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, junto a los demás niveles de gobierno y a la propia sociedad civil. En un marco más terrenal apunta el permanente reto de la reforma de su sistema de financiación que, enmarca dentro de un proyecto más general relativo a sus funciones y competencias.
Entre las disfunciones apuntadas menciona “los fondos cautivos e inmovilizados en depósitos bancarios (más de 30.000 millones de euros, según diversas estimaciones), como consecuencia de la acumulación de superávits y remanentes de tesorería que la regla de gasto impide utilizar”. La actual crisis de la pandemia y el consecuente desplome de la actividad económica dará buena cuenta de ellos, sin lugar a dudas, como reiteradamente ha pedido la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). ¿Cómo quedarán después de ellos los objetivos de estabilidad presupuestaria?
La semana pasada, una Declaración Institucional de la FEMP pide la participación local de “la construcción de este nuevo futuro” aportando un documento con 19 medidas concretas en el ámbito financiero, en el de la reactivación económica y del empleo en los municipios, el impulso a proyectos europeos, así como propuestas en materia de contratación pública, empleo, tasa de reposición, transporte público colectivo urbano y aprovisionamiento de material preventivo y de protección.
La propuesta, que se plantea con el objetivo de que los Gobiernos Locales puedan “participar en la solución de forma equilibrada mostrando como siempre hicieron su solidaridad con todas las instituciones y su vocación de atender a los ciudadanos de sus municipios”, recoge entre otras medidas relevantes el uso esos superavits en “cualquier tipo de actuación, ya sea gasto corriente o inversión, y prioritariamente a atender los gastos extraordinarios de servicios sociales, seguridad ciudadana, limpieza, residuos y desinfección y cualquier otra actuación dirigida a atender a la población más vulnerable como consecuencia de la situación actual de Estado de Alarma declarada por el Gobierno”.
En consecuencia, reclama la flexibilización de la regla de gasto, y solicita que “el Gobierno de España, en el marco de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, flexibilice la regla de gasto para todas las Entidades Locales con superávit, con independencia de que cumplan o no los requisitos establecidos en la Disposición Adicional sexta de la referida Ley Orgánica”.
Será muy interesante escuchar al actual ministro Escrivá, antes responsable de la AIERF (Oficina de Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) comentar estos y otros aspectos como el impulso desde el Gobierno de la Nación de la Renta Básica que ha sido defendido también por al ministra de economía, Nadia Calviño.
Muy interesante, será posible asistir entonces virtualmente el próximo miércoles a las 19 horas al acto ?
Muchas gracias por tus aportaciones
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Antonio, como bien dices será interesante conocer que opina el Gobierno ante la situación postCovid. Al margen de muchas consideraciones, entre ellas el relanzamiento gradual de una economía devastada (sobre todo Pymes y autónomos, que ya sabemos que porcentaje de empleo representan en el país) de muy difícil recuperación debido a nuestro enfoque productivo al turismo (mejor no pensar en el tiempo que falta hasta que recupere una cierta normalidad) hay algo crucial. La no inmunización de gran parte de la población, lo que va a limitar el relanzamiento, por los problemas de nuevas infecciones. Mientras no descubran una vacuna, pongamos un año, o un tratamiento adecuado, pongamos seis meses, está bastante claro que habrá que incentivar la creación de empresas de soporte sanitario (fabricantes de test, medicinas, etc.) para que podamos salir a la calle poco a poco con unas ciertas garantías. Esto no se improvisa y requiere muchos fondos públicos (desgravaciones o exención de impuestos) y privados y un tiempo de maduración (I+D+i financiada).
Al final, los escasos superavits de entidades locales se van a tener que dedicar a ayudar a las personas más afectadas y el agujero que ya tenemos en las cuentas públicas va a ser un pozo sin fondo. A lo mejor soy algo pesimista pero, tal como vamos, los escenarios posibles son a cada cual más deprimente.
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