A través de la nueva página especializada en gestión universitaria, Más que Universidad, leemos un resumen de las ponencias presentadas en las XXIX Jornadas de Gerencia Universitaria, que reunió el 20 y 21 de octubre, en Almería a los equipos gerenciales de las instituciones españolas de Educación Superior. El lema de este año, como no podía ser de otra manera, es “La gestión universitaria en tiempos de crisis económica”.
Las ponencias, como siempre, interesantes y oportunas. La conferencia de clausura a cargo de Francesc Solé parellada, cuyo contenido aun no está disponible, pero no te pierdas este video suyo en el TED, con 18 lúcidos minutos.
La crisis ha llegado en un momento de relevo generacional en la Universidad, metida en procesos de prejubilación de frágil soporte jurídico –por decirlo con generosidad porque hay gente escuchando. En medio de una reducción de plantillas, con profesores más precarios, menos gasto de mantenimiento, cierres de centros y servicios en vacaciones o reducción unilateral de subvenciones comprometidas por los gobiernos de turno.
Lo cierto es que la Universidad está cambiando. Cada vez más gerencialista, más preocupada por los costes o por el modelo de gobierno; en fin, más autocrítica con su propia eficiencia, aunque todavía con ciertas bolsas de autocomplacencia.
Pero entonces llegó la crisis …
La Universidad española, como en todo el mundo, está afrontando una situación de grandes tensiones financieras que llegan a replantear los propios cimientos de la estructura que la sustenta. Se habla de fusiones universitarias (otros prefieren hablar de Alianzas) amparadas en el informe de la Comisión de Expertos Internacionales de la EU2015. Un documento con tres capítulos principales: desarrollo de la excelencia en la docencia y la investigación (capítulo 2); apoyo más eficaz al entorno socioeconómico (capítulo 3); y, refuerzo y racionalización de la gobernanza (capítulo 4). Unas conclusiones que, en palabras de la Comisión, exigen implantar unas reformas con el necesario “apoyo bipartidista, por emplear una expresión norteamericana”. Pueden verse en la página 3 la tabla de recomendaciones, con expresión de su dificultad, coste e impacto.
Mientras tanto, los políticos escrutan el ranking de Shanghái sin entender porqué estamos tan lejos del resto de Europa. Hace unos días, el catedrático Enrique López Gónzalez publicaba una tribuna en el Diario de León -de obligada lectura- sobre este tema y titulada Good bye Universidad. Con duras y meditadas palabras reconocía que el actual modelo universitario no sirve:
“Y el debate no es si el modelo es público o privado. Los dos cobijan en sus entrañas cuantiosos intereses particulares (…) El actual modelo es un modelo burocrático ciego, insostenible”.
Estos días también hemos podido disfrutar del número monográfico de El Cronista –del Estado Social y democrático de Derecho-la revista dirigida por Santiago Muñoz Machado. Analiza diversas áreas críticas de nuestra querida Institución, bajo el título de La Universidad en Crisis. Sus autores son algunos de los mejores conocedores de negocio universitario, hasta el punto de que no me atrevo a glosar a ninguno, para no olvidarme a nadie y hacer demasiado larga esta sencilla reflexión dominical.
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