La Audiencia de Cuentas de Canarias hizo público en diciembre pasado sendos informes sobre la “adecuación” al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) de las dos Universidades de la Comunidad Autónoma. Se trataba de evaluar los parámetros fijados en el EEES y la realidad de las Universidades de La Laguna (ULL) y Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), tomando como referencia final el curso 2007-2008.
El resultado no ha sido para tirar voladores. En palabras del Presidente de la Audiencia de Cuentas durante su comparecencia parlamentaria: «a ambas universidades aún les quedaba bastante para terminar de adaptarse al Espacio Europeo «. Auque admitió que ambas instituciones eran «conocedoras de la situación», por lo que esperó que en el curso 2010-2011 las dos universidades canarias «estén totalmente adaptadas».
Parámetros europeos
En algunos parámetros, como el número de alumnos por aula, el objetivo de Bolonia quedaba bastante lejos, durante el curso analizado: sólo la mitad de las facultades canarias estaban dentro de los estándares recomendados.
El nivel de equipamiento tecnológico también era pobre en ese curso. Si bien todas las aulas disponían de conexión a Internet, pocas contaban con videoproyector (37% ULL y 24% ULPGC) ordenador (ninguna en ULL y 46% en ULPGC) o pizarras digitales (ninguna en ULL y 1,5% en ULPGC) y la casi inexistente tutoría on line.
Respecto del porcentaje de personal docente que utilizaba las plataformas virtuales, tan solo alcanzaba el 28,12% del total del profesorado de la ULL y 54% en ULPGC. La última pincelada la ofrecía la oferta de titulaciones en formato “on line”, que era del 3% en la ULL y del 9% en ULPGC.
Ver informes (Universidad de La Laguna + Universidad de Las Palmas)
Aulas “europeas”
Según la Audiencia de Cuentas, el espacio físico se ha dividido mediante mamparas para convertir el aula en dos, de manera que lejos de cumplir los objetivos previstos de acondicionamiento de los espacios existentes, ha generado problemas derivados de una deficiente insonorización entre las dos nuevas aulas, lo que impide que se puedan llevar a cabo las tareas docentes de manera adecuada.
Como nos recuerda José Ramón Alonso, Bolonia “supone un cambio de cultura para los universitarios y una garantía para los estudiantes que acceden a una universidad” que además incluye mecanismos de control de calidad, como la acreditación, la certificación, la evaluación y las auditorías. Por lo tanto, en el futuro, deberemos acostumbrarnos a este tipo de informes. También debemos acostumbrarnos a la competencia, con universidades de todo el mundo implantandose en España. Cada vez es más frecuente tener centros o campus en el extranjero. Y las clases medias españolas optarán por enviar a sus hijos a las pudientes universidades anglosajonas, con frecuencia al grado y con seguridad al master.
Sin embargo, alcanzar los niveles previstos no puede lograrse a coste cero.
En definitiva, se trata de un proceso que arroja luces y sombras pero que deberá estar terminado en el próximo curso académico, donde todas las titulaciones ofrecidas en la Universidad deberán estar adaptadas. Aunque, como dice Joaquín Sevilla los grandes problemas de la universidad (endogamia en la selección del profesorado, falta de financiación, exceso de burocracia, dificultad en la toma de decisiones, tendencia excesiva al gremialismo, etc.) no se van a mover un ápice con este proceso.
Para los muy cafeteros, recomiendo la comparecencia y debate del Ministro de Educación en el Congreso, el 1 de diciembre de 2009, que pasa revista al estado actual de la Universidad Española.
Esto de Bolonia es mucho más sencillo de lo que parece, es como poner una salsa diferente al mismo plato. Quiero decir que el año que viene, en los grados a la boloñesa, va a funcionar más o menos hasta ahora en muchas ocasiones, con clases magistrales a grupos grandes, clases prácticas a grupos pequeños, y la novedad de las tutorías a grupos pequeños periódicas.
Me hace gracia lo de las mamparas para separar espacios, ¿qué hay en otras universidades? En la nuestra -Oviedo-, ni eso aún, así que si son europeas o no será por otras magnitudes: innovación docente, sexenios de investigación, titulaciones acordes al momento, financiación adecuada… Aún así, bienvenidos todos los informes y auditorías.
Se repite una y otra vez que Bolonia tiene que hacerse a coste cero (¿?), pero la Universidad española no acaba de afrontar los problemas de fondo que apunta Sevilla en la entrada del blog. Hoy día se dedican muchos recursos a la burocracia de agencias de evaluación (ANECA, agencias regionales…) con ingentes cantidades de supuestos expertos y comisiones que dirimen entre lo divino y lo humano, y los profesores invirtiendo gran cantidad de nuestro tiempo en formularios, tediosas aplicaciones informáticas para solicitar proyectos, acreditaciones…
No me extraña que la universidad española figure en los rankings mundiales en las posiciones actuales.
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CC y PSOE proponen que la Audiencia de Cuentas no fiscalice la adaptación de las universidades canarias al EEES.
Los Grupos Parlamentarios de Coalición Canaria y Partido Socialista han creído conveniente que la Audiencia de Cuentas no sea el organismo encargado de evaluar la adaptación de las dos universidades canarias al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), tal y como han expuesto esta mañana en el transcurso de una Comisión Parlamentaria.
Las diputadas de CC y PSC-PSOE, Marisa Zamora y Rita Gómez, respectivamente, hicieron esta recomendación a raíz del informe de fiscalización sobre la adecuación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de La Laguna al EEES.
Según las parlamentarias, la Audiencia de Cuentas es “un órgano al que le corresponde la fiscalización interna de la gestión económica, financiera y contable del sector público de la Comunidad Autónoma”. Por lo tanto, consideraron que la adaptación de las dos universidades canarias al Plan Bolonia corresponde a los órganos universitarios, a los consejos sociales, y a las agencias canaria y nacional de Evaluación, que son “las que establecen si se cumple o no con los requisitos exigidos por Europa”.
(Continua)
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