La noticia que hoy nos proporciona La Voz de Galicia nos recuerda aquella película ganadora de cuatro oscars en 2007 y ambientada en la frontera norteamericana con México. El asunto tiene relación con el informe de fiscalización de la contratación del Servicio Gallego de Salud entre los ejercicios 2012 y 2014, y pone de manifiesto que la buena administración va más allá del cumplimiento de la legalidad. Exige estar en la vanguardia de los procedimientos y del servicio público, sobre todo en su moderna vertiente electrónica.

Así, el epígrafe I.1.3.3 del citado informe hace referencia a los sistemas dinámicos de adquisición como técnica de racionalización de la contratación pública. Se trata de un procedimiento de adquisición enteramente electrónico para compras de uso corriente.

Con el término “contratación pública electrónica” los auditores gallegos designan la utilización de medios electrónicos en el tratamiento de las operaciones y en la comunicación con los terceros por parte de los organismos del sector público a la hora de adquirir bienes y servicios o licitar obras públicas. Entiéndase: procedimientos electrónicos en todas las fases del proceso de contratación: publicación de anuncios de licitación, suministro de pliegos de condiciones, presentación de ofertas, evaluación, adjudicación, realización de pedidos, facturación y pago. Pues bien, el Consello recrimina al Sergas que “no ha realizado procedimientos de contratación electrónica en sus procesos de compra”. Valiente y exigente el auditor, a la vez que realista.

En efecto, el TRLCSP dedica el título segundo a la “Racionalización técnica de la contratación” exigiendo ordenar la adjudicación de contratos en el artículo 194, e instando a “concluir acuerdos marco, articular sistemas dinámicos, o centralizar la contratación de obras, servicios y suministros en servicios especializados”. El desarrollo del sistema y la adjudicación de los contratos con ese marco “deberán efectuarse, exclusivamente, por medios electrónicos, informáticos y telemáticos”. A diferencia del “estatico” acuerdo marco, en el “dinámico” el proveedor que cumple los requisitos puede ofertar, en cualquier momento, sin necesidad de una nueva convocatoria. La alegación del SERGAS confirma esta situación pues se limita a justificar la no utilización de procedimientos de contratación electrónica, señalando que se carece de un sistema de información para tal función.

Así, Javier García, funcionario de la UCLM y unos de nuestros mejores expertos en contratación administrativa, durante su participación el jueves en FIASEP dentro del seminario de recepción de obras suministros y servicios, señalaba esta actividad (la recepción) como la última con algún sustrato físico de todo el proceso de contratación, tan virtualizado. También se refería al procedimiento dinámico como el mayor desafío a enfrentar por las AAPP en esta materia. Además del reto que supone aplicar normativa de la directiva 2014 sin norma transpuesta (hasta la promulgación este verano de la futura LCSP que se discute en este momento en el Congreso) porque nuestro texto refundido es parco en su regulación, con apenas tres artículos y unas pocas referencias.

El seminario resultó muy ilustrativo y rico por los ejercicios realizados y los debates sobre la experiencia tanto de ponentes como de asistentes. Un éxito que garantiza su siguiente edición durante el mes de junio.