El Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce reduce la política al conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Parece que Ambrose no les tiene mucha simpatía, pues les define con palabras duras:
Político: Anguila en el fango primigenio sobre el que se erige la superestructura de la sociedad organizada. Cuando agita la cola, suele confundirse y creer que tiembla el edificio. Comparado con el estadista, padece la desventaja de estar vivo.
Hoy, hemos conocido que quien fuera vicealcalde de Pekín hasta mediados de 2006 acaba de ser condenado a muerte por un tribunal chino. La acusación no es otra que corrupción: recibir unos 770.000 euros en sobornos. Lo clásico: adjudicaciones a dedo y una amante despechada que tira de la manta. El asunto nos da pie para hablar de la fragilidad moral de algunos de nuestros ilustres próceres.
Estamos acostumbrándonos a desayunar con espectáculo preocupantes de chanchullos, como esta otra noticia. En este caso, los corruptores graban en video el soborno de sobremesa (¡con sobre incluido en la mesa!) de gran eficacia mediática y nula validez judicial, por si mismo. Ver más.
He visto varias veces este otro video, bastante difundido, donde un político norteamericano acusado de corrupción da una rueda de prensa. Está en inglés, pero se intuye bien como dice que ha trabajado mucho por los ciudadanos y la justicia americana. Al final, … bueno, no cuento el final, por si no lo conocéis. No consigo librarme de la duda sobre su culpabilidad.
Como recordaba, esta misma semana, el profesor Sosa Wagner, en un delicioso artículo de título muy expresivo: «Educación para la soga«. Es que la gente ya no se suicida. Eso era cosa de otros tiempos. En la Gran Depresión de 1929 «caían por las ventanas los directores de empresa como frutas maduras, los vendedores de sogas no daban abasto», bromea el genial administrativista, que pronto … ¡estará metido en campaña electoral!. Cuídese de las malas compañías, maestro.
La casualidad ha querido que esta misma semana se aprobase la Ley catalana que crea la Oficina Antifraude, que se encargará de prevenir e investigar posibles casos de corrupción en las Administraciones Públicas de Cataluña. Se trata de un Ente independiente, vinculado al Parlamento catalán, ha sido criticada por su posible solapamiento con otros organismos fiscalizadores como la Sindicatura de Cuentas catalana o la Intervención de la Generalitat, por no hablar de la Administración de justicia.
Por todo esto me he quedado reflexionando sobre el asunto. Max Weber reconocía dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive “para” la política o se vive “de” la política. Quien vive “para” la política hace de ello su vida en un sentido íntimo y goza simplemente poniéndola al servicio de los demás.
La diferencia entre ambos se sitúa entonces en un nivel mucho más grosero: en el nivel económico. La política como profesión trata de convertirla en un empleo permanente y una fuente de ingresos. Por eso el padre de la moderna burocracia recomendaba a quien así viva “ser económicamente independiente de los ingresos que la política pueda proporcionarle”. La izquierda ha criticado siempre esta concepción porque dejaba tan noble oficio «en manos de la burguesía».
Pero las modernas democracias han crecido, se han hecho muy complejas y creado grandes estructuras dentro de los partidos políticos. «Aparatos» más o menos permanentes, muy jerarquizados, vinculados a «familias», en sentido de grupos internos. En fin, que asistimos a un cierto desaliento en el noble oficio del político, que bastante tiene con sobrevivir entre los propios correligionarios.
También decía Max Weber que el funcionario ha de desempeñar su cargo sine ira et studio, sin ira y sin prevención: «Lo que le está vedado es, pues, precisamente aquello que siempre y necesariamente tienen que hacer los políticos … Parcialidad, lucha y pasión (ira et studio) constituyen el elemento del político y sobre todo del caudillo político«. Ayer, el blog de lo público dedicaba un interesante artículo a una cualidad de los políticos: la asertividad.
Pero no olvidemos que la mayoría de los políticos dedican muchas horas a su profesión y algunos hasta logran cambiar el mundo. Véase el caso de las inversiones públicas efectuadas en la ciudad de Medellín, que tanto han mejorado la vida de sus vecinos. Ahora que estamos a dos semanas de las elecciones USA, vemos los problemas que aun persisten en la sociedad norteamericana, para algo tan sencillo como alcanzar una seguridad social. ¿Porqué? En este otro interesante video (en inglés), el anterior Contralor General de USA (GAO) tercia en la polémica poniendo sobre la mesa los problemas financieros a los que se enfrenta EEUU, en la actualidad.
Mr. Walker señala que el gobierno y los parlamentarios no están actuando como deberían y que van a endeudar a la sociedad norteamericana para siempre…. hipotecando el futuro de próximas generaciones. Dice que uno de los mayores problemas que tiene USA es el gasto en los programas de protección de la salud (medicare) y que se ha aprobado una ley mediante la cual se cubre el gasto farmacéutico que es absurda pues no hay suficiente presupuesto para llevarla a efecto. Además acaba diciendo que el gobierno federal se está gastando más dinero del que tiene y que la situación deviene insostenible.
Pingback: Los “Pata Negra” « Antonio Arias Rodríguez es Fiscalización
Pingback: » Los “Pata Negra”
Pingback: Los "Pata Negra" | Antonio Arias Rodríguez es Fiscalización
Pingback: El oficio de político | Fiscalizacion.es
Pingback: Consultores políticos – Fiscalizacion.es
Pingback: Funcionarios y políticos – Fiscalizacion.es
Pingback: La tormenta fiscal perfecta – Fiscalizacion.es
Pingback: El Tribunal de Cuentas pide un plan para “sanear” las formaciones políticas – Fiscalizacion.es
Pingback: ¿Qué hay pa ella? – Fiscalizacion.es