Me encantan los informes del Tribunal de Cuentas Europeo y no sólo por sus contenidos. La misma elección del título -más parecido a un titular de prensa que a la denominación de un complejo tratado de fiscalización- ya intenta anticipar la conclusión, sin andarse por las ramas. O la presentación, con una fotografía al principio del equipo auditor que realiza el trabajo de campo. O el cuidadoso texto, con una maquetación impecable y una precisión del lenguaje que rezuma perfección. Hasta un diccionario con los términos técnicos utilizados. Y, como no, por el rigor profesional y el sentido común que presiden todos sus informes, que aportan no sólo un resumen (distinto de las conclusiones) o bibliografía sobre el asunto (Si, ha leído bien: algunos artículos relevantes) sino también una elaborada nota de prensa sobre los principales aspectos planteados.
El trabajo que se hizo público el viernes pasado, titulado “El transporte marítimo en la UE se mueve en aguas turbulentas — mucha inversión ineficaz e insostenible” hace mérito a esa trayectoria. Escogen un asunto relevante (6 800 millones de euros invertidos en infraestructuras portuarias entre 2000 y 2013) que afecta a la mayoría de los Estados miembros (sólo cinco so tienen litoral) y que además permita rectificar la estrategias de los Estados miembros y replanificar estas importantes inversiones cofinanciadas por la UE. Señalan un elevado riesgo de despilfarro de alrededor de 400 millones de euros porque las conexiones viarias y ferroviarias con las zonas de influencia de los puertos “eran a menudo inadecuadas o inexistentes, lo que implica que se necesitará financiación pública adicional para que las inversiones portuarias iniciales funcionen bien”.
El Tribunal evaluó la rentabilidad de las inversiones en puertos, donde examinó treinta y siete nuevos proyectos y cinco proyectos reevaluados financiados por la UE. En general, la constata que:
- Las estrategias de desarrollo portuario a largo plazo establecidas por los Estados miembros y la Comisión no ofrecían
- La financiación de infraestructuras y superestructuras portuarias similares en puertos vecinos ha dado lugar a inversiones ineficaces e insostenibles: una tercera parte de la financiación “se ha gastado de forma ineficaz hasta ahora”. La mitad se invirtió en infraestructuras que no se utilizaban o estaban considerablemente infrautilizadas más de tres años después de que terminasen las obras, lo que denota deficiencias en la evaluación ex ante e indica un elevado riesgo de despilfarro de los importes invertidos. Todo ello denota “una base sólida y coherente para planificar la capacidad necesaria en los puertos de la UE y para determinar la financiación pública europea y nacional que era necesaria para las infraestructuras portuarias”.
- Los sobrecostes (139 millones de euros) y los retrasos (dos tercios de los proyectos) constituyen otros ejemplos de ineficiencias en las inversiones en infraestructuras portuarias examinadas por el Tribunal.
- La inexistencia o falta de idoneidad de muchos enlaces con el interior, como conexiones viarias y ferroviarias, requerirán más financiación pública para que las inversiones portuarias iniciales funcionen adecuadamente.
- La Comisión no tomó las medidas necesarias para que los puertos pudieran competir en igualdad de condiciones. Un control que, para el Tribunal, “podría haber sido más proactivo y eficaz supervisando a posteriori si las condiciones bajo las que se habían adoptado decisiones anteriores (por ejemplo para las concesiones) permanecían inalteradas, o denegando la ayuda a superestructuras específicas para los usuarios”.
Entre las variadas recomendaciones de los auditores, encontramos algunas -para el período 2014-2020- de tipo administrativo (“una ventanilla única nacional para la expedición o denegación de todos los permisos y autorizaciones de inversiones relacionadas con infraestructuras portuarias”) o económico (“correcciones financieras debidas a inversiones de rendimiento insuficiente”). En fin, un trabajo preciso que incluye la respuesta de la Comisión y su opinión detallada sobre las conclusiones así como las razones por las cuales no acepta algunas recomendaciones.
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