Cara y cruz de la sostenibilidad

 

Sostener tiene al menos dos sentidos. Por un lado está quien soporta y sujeta un entramado (para que no se desmande, podríamos decir) y por otro su mantenimiento a lo largo del tiempo por si mismo. Diríamos que es la visión formal y material del concepto. La cara y la cruz de la sostenibilidad: alguien que con su trabajo garantice la continuidad con reglas y autoridad. Por otro lado, esa viabilidad futura, en ciencia económica, exige la capacidad para mantener a largo plazo los gastos mediante una gestión eficiente de los recursos. Incluso tenemos una Ley orgánica que tiene ese segundo apellido. Podríamos decir que una misión de la Intervención local, con sus múltiples funcionarios implicados, afecta a algo tan relevante como sostener la gestión financiera local. También que estas entidades puedan sostenerse solas. De ambas cosas hablaremos hoy.

Perdonad el excursus -algo comprometido, lo sé- para tratar conjuntamente ambas visiones. Los paneles 3 y 4 del Congreso de Control Interno Local (IVCCIL) fueron simultáneos, lo que permitió a los asistentes priorizar su interés. Los organizadores tuvieron especial cuidado en incluir algunas mesas dirigidas a los pequeños ayuntamientos. Me consta que, en muchas de esas entidades, mi modesta bitácora aporta alguna información, que les permite tirar del hilo después. En el Palacio de congresos cordobés pude saludar a muchos de esos lectores anónimos que me animan a continuar esta tarea.

El interventor no mueve las piezas, pero sostiene las reglas del juego

Un panel paralelo se titulaba “Identificación de banderas rojas y estrategias en el control de la gestión presupuestaria y financiera en pequeños Ayuntamientos” y estaba a cargo de José Antonio Rueda de Valenzuela, interventor de Caldas de Reis y presidente del Cosital Atlántico (Pontevedra y A Coruña) como moderador, con la ponente Inma Molas Pujol, Jefa del Servicio de Asistencia a los Órganos Interventores de los entes locales de la Diputación de Girona. Destaco algunas cosas que se dijeron allí.

La sostenibilidad financiera de las Corporaciones Locales desde la perspectiva formal y material, fue analizada en el CCIL25 dentro de la tarea de la Intervencion.
La esperada agenda de la diputación de Girona

La partida del control interno

Se comparó el ciclo presupuestario con una partida de ajedrez al anticipar, proteger y aprender. Recordó que el interventor no mueve las piezas, sino que garantiza que se juegue conforme a las reglas, asegurando la legalidad y la sostenibilidad financiera, algo esencial donde los recursos son más limitados.

Las banderas rojas del control

Se explicó cómo el control interno levanta “banderas rojas” ante incoherencias presupuestarias, previsiones infladas, gastos sin crédito suficiente o cuentas 413 sin depuración. No son un castigo, dijo, sino un sistema de alerta temprana que protege la integridad institucional y la confianza ciudadana. “Previenen errores y protegen el equilibrio financiero, clave en eso municipios con márgenes mínimos”.

Del Excel al conocimiento

El panel destacó la importancia de los cuadros de indicadores como herramienta para transformar datos dispersos en conocimiento útil. “El interventor mide, no opina. Medir bien es orientar mejor. En los pequeños ayuntamientos, convertir datos en decisiones es lo que marca la diferencia entre improvisar y gobernar con sentido”, afirmó Inma Molas, subrayando que el control interno debe ser estratégico, basado en evidencias y orientado a la mejora continua. 

Se cerró la exposición con una preciosa reflexión: el control interno busca también aprender y mejorar. “Porque en la administración pública, como en el ajedrez, no gana quien más se mueve, sino quien mueve con propósito”. Como yo soy ajedrecista me encantó la cita.

Los retos del control interno y la sostenibilidad en el gasto público

El panel simultaneo llevaba como título Eficiencia y racionalización del sector institucional de las entidades locales y estuvo moderado por Javier Requejo García, Viceinterventor del Ayuntamiento de Tarragona, y siendo ponentes Fermín Vallecillo Moreno, Interventor del Ayuntamiento de Málaga y Enrique Rubio Herrera, Director de la Oficina Nacional de Auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado.

Por cierto, Javier Requejo nos deja un magnífico artículo en el último número de la revista Auditoría Pública titulado “La inteligencia artificial al servicio del órgano interventor: casos de uso en el sector local” donde analiza las oportunidades que ofrece esta herramienta para transformar el ejercicio del control interno en el sector público local, tomando como referencia la experiencia del propio Ayuntamiento de Tarragona. Así, revisa el marco normativo  establecido por el Real Decreto 424/2017 y propone un enfoque basado en evidencias, riesgos y análisis de datos como base para modernizar la función interventora. El texto presenta casos prácticos de uso de IA en el control previo (verificación de requisitos básicos mediante agentes inteligentes), la elaboración del mapa de riesgos y del Plan Anual de Control Financiero (PACF), la categorización automática de expedientes según su nivel de riesgo mediante algoritmos de machine learning y el diseño de sistemas de alerta temprana en ámbitos como la contratación pública.  Algunas de estas experiencias fueron expuestas en un panel específico.

Pablo Arellano, Interventor General de la Administración del Estado y gran impulsor de todas las ediciones del CCIL

Pues bien, una de las principales herramientas de la sostenibilidad la encontramos en el artículo 81.2 de la Ley 40/2015 (LRJSP) que prevé “Todas las Administraciones Públicas deberán establecer un sistema de supervisión continua de sus entidades dependientes, con el objeto de comprobar la subsistencia de los motivos que justificaron su creación y su sostenibilidad financiera, y que deberá incluir la formulación expresa de propuestas de mantenimiento, transformación o extinción”. 

Esta supervisión continua es más intensa en la Administración del Estado porque una función asignada a la IGAE por el art. 85.3 LRJSP. Puede verse la Memoria IGAE 2024 que dedica el epígrafe 3.3 a las actuaciones realizadas al respecto.

Sobre la racionalización de entes instrumentales, el Informe a 30/06/2025 de la Secretaría de Estado de Hacienda, incluye las Entidades que integran el sector público local, donde contrasta la diferencia existente analizando los resultados por estratos de población de los ayuntamientos. Entre los 6 municipios con más de medio millón de habitantes hay de media 25,83 entes dependientes por ayuntamiento, mientras que entre los de menos de 5.000 el número medio se sitúa en 1,27 por municipio.

Aun nos queda alguna mesa más que comentar. Seguiremos informando …

Durante el café, con amigos habilitados del Master de Auditoría del Sector Público de la UCLM que dirige Julio García, a la derecha posicionado para atacar los buñuelos. A su lado el Interventor de Mahón, Guillem Rotger Coll, junto a María Campos Córdoba (Intervención Diputación de Málaga) y Dolores Teruel Prieto, tesorera de Andujar.

Descubre más desde Fiscalizacion.es

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.


Comentarios

Gracias por comentar con el fin de mejorar

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.