El Ouvidor en los Tribunales de Cuentas de Brasil

Edna Delmondes.

    Edna Delmondes (en la foto, con la bandera de Asturias) es funcionaria del Tribunal de Cuentas del Estado de Bahia (Brasil) donde, en la actualidad, ejerce la responsabilidad de Ouvidoría. Nos explica en este breve artículo en qué consiste su trabajo, una suerte de defensor del ciudadano en asuntos de fiscalización y, por tanto, difícil de trasladar al esquema español de control. Gracias, Edna.

El ordenamiento jurídico brasileño, como muchos otros Estados occidentales, lentamente ha venido introduciendo la figura del ombudsman en las leyes, reglamentos. Una Institución que fue concebida originariamente en Suecia, donde el aún investiga las quejas de los ciudadanos contra los órganos de la administración pública. También entre nosotros, en Brasil, algunas de sus atribuciones ya son destacadas e identificadas entre las competencias constitucionales de los Tribunales de Cuentas.

De entre sus responsabilidades, podemos citar los mecanismos de denuncia, consulta, y suministro de certificados, por los cuáles los Tribunales de Cuentas reciben demandas de la sociedad sobre la existencia de posibles irregularidades en la gestión de los entes administrativos. Los Ouvidores pueden adoptar las providencias necesarias en cumplimiento su función institucional, atendiendo un canal directo de diálogo con la sociedad. Cabe resaltar que las Ouvidorias de los Tribunales de Cuentas no deben ser confundidas con las “defensores” de empresas privadas, o la prensa (“defensor del lector”) o incluso, con las demás Ouvidorias públicas (“defensor del contribuyente”).

Las ouvidorias de las empresas privadas tienen como objetivo mejorar la atención a las quejas del consumidor, constituyendo un servicio de atención al cliente, en el ámbito privado. En las ouvidorias de prensa, su titular es el representante de los lectores dentro de un periódico, donde es un profesional dedicado a recibir, investigar y encaminar las quejas de los lectores, realizar la crítica interna del periódico y, una vez por semana, producir una columna de comentarios críticos sobre los medios de comunicación.

Las Ouvidorias públicas tienen la función de escuchar “al ciudadano”, una tarea de mediador, de conciliador y de facilitador de los servicios. A través de ella, el ciudadano se manifiesta para reclamar sobre la mala administración, de los abusos en el ejercicio de la función pública, insertándose, en su mayoría, como órganos del Poder Ejecutivo con fuertes características de control interno.

Ahora las Ouvidorias de los Tribunales de Cuentas, tienen como función el control externo, que es la razón de existencia de las Cortes de Cuentas. Ellas deben tener el papel proveedor “de informaciones”, tanto para el Tribunal de Cuentas, a fin de traer inputs para las auditorías, cuanto para la sociedad, a fin de contribuir en el control social. Las Ouvidorias en los Tribunales de Cuentas pasan, por lo tanto, a ser un importante eslabón de conexión entre los Tribunales, la sociedad y los demás interesados, siendo un órgano más de la estructura de las Cortes de Cuentas. De esa forma, hacen cumplir su misión constitucional, de ahí la importancia primordial de que los Tribunales de cuentas instituyan sus propia Ouvidorias.

A diferencia del poder ejecutivo de todas las esferas de gobierno en Brasil, sea federal, provincial o municipal, los Tribunales de Cuentas aún están en fase inicial de implantación de estás ouvidorias. Los Tribunales han sido durante mucho tiempo instituciones cerradas para la sociedad, desde que comenzaron a ser creados a finales del siglo XIX.

Los Tribunales de Cuentas brasileños tienen la tradición de ser más próximos al Ejecutivo que al Legislativo, aunque estén insertados en el mismo capítulo del Poder Legislativo en las Constituciones Federal y Provincial y que tengan la función de auxiliar al parlamento en el ejercicio del control externo.

Con la consolidación de la democracia en Brasil, la libertad de prensa, el avance de la tecnología de la comunicación y la mayor organización de la sociedad para ejercer el control social y requerir el derecho de acceso a la información, los Tribunales de Cuentas brasileños están comenzando a promover su interacción con el parlamento y la sociedad. Recogiendo las demandas de los nuevos tiempos, el Tribunal de Cuentas del Estado de Bahia creó recientemente su Ouvidoria, abriendo un canal de comunicación a través de Internet, teléfono, carta postal, fax y atención presencial, permitiendo que el ciudadano se manifieste, tanto para requerir como para suministrar informaciones.

Sede el Tribunal de Cuentas del Estado de Bahía. Salvador (Brasil).

Foto: Sede el Tribunal de Cuentas del Estado de Bahía. Salvador (Brasil).

0 comentarios en “El Ouvidor en los Tribunales de Cuentas de Brasil

  1. Edna Delmondes

    Arias, varias pessoas me perguntaram porque é dificil trasladar a ouvidoria dos Tribunais de Contas Espanhol para a estrutura de controle espanhol.

    Você pode nos esplicar como é a estritura de vocês?

    Sds

    Edna

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  2. Es dificil de trasladar, en efecto. Primero por la existencia de un Defensor del Pueblo en España y otros en las Comunidades Autónomas, para atender las denuncias ciudadanas sobre el funcionamiento de los servicios públicos.
    Otra causa es vuestro peculiar sistema de «quien no aprueba sus cuentas, no puede ser candidato» que os exige una intensa labor administrativa para certificarlo. Además, las denuncias no están fomentadas como en Brasil, donde contais con mucho apoyo mediático para favorecerlas y estimularlas. No significa que no se tengan en cuenta todos los indicios, a la hora de aprobar los programas anuales de fiscalización, pero, por ejemplo, la denuncia anónima es a-legal y suele ser un instrumento de agresión impune.

    Sin embargo, echo de menos esa relación formal con el ciudadano al que servimos, que en vuestro caso tiene en el ouvidor un inmediato interlocutor identificado al que dirigirse en cualquier asunto.
    Por último, también asistimos en el sistema público español a la multiplicación de defensores del contribuyente o del paciente (doente nos hospitales) y en el sector privado (del lector, del cliente) fruto de las exigencias de la política de garantía de la calidad.
    Abrazos

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