Coincidiendo con la celebración de las populares fiestas de San Fermín en Pamplona, la entrañable Cámara de Comptos ha aprobado un interesante informe sobre la evolución económico-financiera de los principales ayuntamientos de Navarra. En concreto, el informe analiza la situación de los once ayuntamientos mayores de 9.000 habitantes y la evolución de sus datos entre 2003 y 2010. Todas esas cuentas fueron objeto de auditoría anual por parte de la institución de control y , en conjunto, suponen la mitad de la población de la Comunidad Foral.
La Cámara de Comptos ha analizado los balances de estos ayuntamientos para opinar acerca del ratio de solvencia, liquidez, autonomía y endeudamiento, así como el contenido de la información contable-presupuestaria que ofrecen estos ayuntamientos en su página Web, como símbolo de transparencia hacia los ciudadanos. En este sentido, destaca la información ofrecida algunas instituciones que ven reconocida esa labor. En opinión de la Cámara de Comptos, el resto tiene que mejorar el nivel de transparencia, dando a conocer, como mínimo, el presupuesto, la cuenta general y el informe de auditoría.
Por último, los auditores han elaborado un cuadro comparativo sobre la situación presupuestaria y financiera de los principales ayuntamientos, a partir de 17 indicadores entre los que figuran la opinión de auditoría, inversión neta por habitante, dependencia de subvenciones, ingresos tributarios por habitante, resultado presupuestario y porcentaje de deuda respecto a los ingresos corrientes. El informe subraya que dicha clasificación se ha obtenido exclusivamente con información presupuestaria y financiera, sin considerar otros aspectos relevantes como servicios prestados, eficacia en la gestión o satisfacción del ciudadano.
Aspectos urbanísticos
Con carácter general, concluye el informe, la actividad desarrollada por estos ayuntamientos en el periodo se ha realizado de acuerdo con el principio de legalidad. No obstante, en dos ayuntamientos, se cuestiona el modelo de gestión urbanística, al no ser el más adecuado para responder a los principios de interés público, transparencia y control que debe presidir la gestión pública.
En el periodo analizado, el número de viviendas de estos ayuntamientos se ha incrementado en 22.159, alcanzando un total de 158.304 viviendas en 2010. La media de habitantes por vivienda ha pasado del 2,42 en 2003 al 2,25 en 2010. Por cada persona en que se ha incrementado la población del subsector, ha aumentado el número de viviendas en 0,81; es decir, frente a un crecimiento de población de 27.460 habitantes, el parque de viviendas ha experimento un aumento de 22.159 viviendas.