No me resisto a comentar dos noticias de la prensa de hoy. Se trata de casqueria fina madrileña. ¡De la buena, eh! Esas sobre las perversiones de la gestión pública, que tanto aumentan la audiencia.
Crónica lúgubre
En la primera, que podeis leer en la edición digital del Diario El Pais, se cuenta que Juan Antonio Valdivia, gerente de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF) compró 1.387 ataúdes ecológicos a una empresa de su propiedad, Would Word, sin ninguna adjudicación ni convocatoria de concurso.
El asunto viene un mes después de que la Audiencia Provincial de Madrid condenase al ex concejal popular, Luis María Huete, a 2 años y un día de inhabilitación para ejercer como cargo público por un delito prevaricación por su implicación en el caso Funeraria, en el que se juzgó la presunta privatización irregular de la Empresa Mixta de Servicio Funerarios del Ayuntamiento de Madrid en 1992 a manos de Funespaña.
Este procedimiento judicial se remonta al pleno municipal celebrado el 22 de diciembre de 1992 que aprobó la venta del 49 por ciento de las acciones de la funeraria municipal a la empresa Funespaña, que la adquirió por un precio simbólico de 0,60 euros.
El Ministerio público le acusó, entonces de hacer caso omiso de las advertencias del interventor municipal en contra de la adjudicación del 49 por ciento de las acciones de la funeraria municipal a Funespaña
Alegría de la huerta, en el Campo de las Naciones
Según informa El Mundo, en la edición del papel, el Tribunal de Cuentas de España vio, ayer lunes, el expediente contra el ex consejero delegado de la empresa municipal madrileña Campo de las Naciones, por las supuestas irregularidades cometidas en la gestión de esta empresa pública entre 1999 y 2003.
El Ayuntamiento de Madrid reclamaba medio millón de euros por los gastos sin factura de sus dos tarjetas, por sus viajes por todo el mundo, por las gratificaciones sin justificar a algunos trabajadores y por las obras que se salieron de presupuesto.
El diario cuenta con detalle y bastante mala leche, las preguntas del abogado municipal y del fiscal, que pretendían saber qué ocurrió en aquellos viajes realizados por la empresa en los que hay gastos injustificados e injustificables. No tiene desperdicio.
«¿Viajó usted a Helsinki? ¿Y a Hong Kong? ¿Y a Roma? ¿Y a Nueva York? ¿Y a Río de Janeiro? ¿Y a Puerto Banús? ¿Y a Nueva Delhi?», fueron algunas de las preguntas del abogado del Ayuntamiento al entonces director de Servicios de Campo de las Naciones. A todos estos destinos, y a más que fueron saliendo en las distintas declaraciones, se desplazó una delegación de la citada empresa pública, según explica El Mundo.
«A Ciudad del Cabo fuimos a una reunión de palacios (de congresos) pero no sabría decirle más. A Cancún y a Miami Beach, de promoción», respondió el testigo, sin concretar más. La directora comercial resultó más precisa: «fuimos a Cancún a un congreso y luego estuvimos en Miami un par de días. Allí, yo no asistí a ninguna reunión, no sé si existió alguna. Fue para hacer una escala«.
El Mundo afirma que nadie en la sala preguntó por qué la empresa nunca compraba vuelos directos a los lugares donde acudía su delegación. Los testigos reconocieron haber hecho escala en Viena camino de San Petersburgo (comiendo, según las facturas, en un restaurante de lujo), en Pompeya para ir a Roma (y «así dar una vuelta», según el fiscal) y en San Petersburgo camino de Helsinki (para negociar una supuesta cesión al Museo de la Ciudad, según el defensor).
Otra directiva de esta época reconoció sin más que viajó a Londres y a París con la excusa de ver los palacios de congresos de estas dos capitales, pero que ni siquiera llegó «a pisar las instalaciones». «De trabajo no hice nada. Me preguntaron si quería ir, era como un incentivo, como un regalo. Fuimos siete o nueve personas y cuatro o cinco sí trabajaron. El resto, de vacaciones«.
Y todo a coste de la empresa municipal. Igual que las facturas que, según el informe de 2003 de la Intervención General, se pagaron «en restaurantes de lujo, en tiendas, en excursiones en barco, en helicópteros o en safaris fotográficos. Es difícil contabilizar estos gastos como de representación«, dijo el fiscal.
PS: Noticia de la Sentencia del Tribunal de Cuentas.
A mi también me encantan estas noticias de cotilleo, es que no tienen desperdicio y tu en plan criticón, qué pasa que los empleados de las empresas públicas no van a poder tener incentivos? sean estos en forma de viajes o cenas de lujo? Total si lo pagamos todos, tocamos a ná
Que malo es tener conciencia, jolin, con la de adjudicaciones que yo hago y no dejo ni que me inviten a comer.
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Buena casqueria, de la que hace tiempo que no comia. Y es que como la casqueria de la Plaza del Cascorro no hay otra
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Y que decir de la sentencia de 08/07/2008 en el recurso:0000593/2006 de la Sala Tercera de la Audiencia Nacional en la que declara la responsabilidad patrimonial por dilaciones indebidas del Tribunal Constitucional.
Que por supuesto será recurrida, al fin y al cabo a los Abogados del Estado les pagan de los presupuestos generales del Estado, a pleitear que es gratis. Que yo sepa es la segunda, pues ya e Tribunal Supremo le dió un repaso por el mismo tema al Tribunal Constitucional. Casqueria judicial
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