
Durante estos días asistimos a la resaca del descubrimiento del millonario fraude (confeso) del Director del Palau de la Música de Barcelona que ha devuelto tres millones de euros previamente distraidos. Sin embargo, se habla de diez millones como cifra aproximada de la defraudación.
Las fuerzas políticas y sociales catalanas revisan su actuación (y las hemerotecas) para ver si su posición queda comprometida. Entonces aparece un Informe de la Sindicatura de Comptes de Catalunya que apunta algunas irregularidades y todos piensan lo mismo: ¿Cómo no seguimos esta recomendación? 
La sindicatura elaboró un informe con las cuentas del año 2000 en el que, tal como recuerda el diario Expansión, se alerta de descuadres de 31 millones de pesetas (186.000 euros) entre los fondos aportados por el Consorci del Palau y los recibidos por el Orfeón:
Según el modelo 347 Declaración de Operaciones con terceras personas, con respecto al Orfeón Catalán se ha declarado un volumen de operaciones de 24.402 mPTA, mientras que en la contabilidad del Consorcio consta un importe de 55.453 mPTA, por lo que se produce una diferencia de 31.051 mPTA.
Pero el sarcasmo llega a su esplendor en la última página del informe, donde puede leerse la contestación del Presidente del Comité Ejecutivo y autoinculpado estafador, Félix Millet, que dice:
Tomo nota de las observaciones realizadas y las solventaremos con la mayor brevedad posible. Sin embargo, ya le puedo adelantar que algunas de ellas, en estos momentos, ya están realizadas. Aprovecho la ocasión para expresar mi agradecimiento por los consejos que nos da que, sin duda, revertirán en una mejor gestión por parte de este Consorcio.
Mas auditorías …
El asunto recuerda al fraude descubierto el año pasado en el Museo Guggenheim de Bilbao y del que hablamos en otra ocasión. Allí las irregularidades comenzaron a detectarse a comienzos de este mes, tras recibir una comunicación del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) solicitando la rutinaria información previa a la fiscalización de que iba a ser objeto. El Museo bilbaíno encargó la recopilación de esta información a la Subdirección de Finanzas, dado que el director (y estafador) se encontraba de baja laboral y fue descubierto.

El President catalán recordó hoy que el Palau de la Música es una fundación privada financiada por un consorcio público. Sin embargo, la procedencia pública mayoritaria de los ingresos debió extremar el celo de las Instituciones patrocinadoras: el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Educación.
Son muchos los analistas que entiendes que este caso debe servir para ajustar radicalmente la gestión de los organismos culturales que directa o indirectamente viven del erario público y el apoyo social. «Estoy seguro de que no es un caso aislado«, afirma Martí Saballs.
En fin, que las fuerzas políticas entonan el mea culpa. Algo es algo.


Gracias por comentar con el fin de mejorar