Hoy San Google, que es mi página de inicio, nos sorprende con un discreto pero contundente homenaje por el recuerdo del nacimiento de Miguel de Cervantes. Para sumarnos al recuerdo de tan insigne personaje quiero presentaros un texto de Ramón Muñoz Álvarez, publicado hace una década. Narra las andanzas del escritor (mejor novelista que contable) en un lugar de la Hacienda Real.
Miguel de Cervantes fue comisario del Rey para sacar trigo y fabricar con él, bizcocho destinado al abastecimiento de la Armada. En 1589, presentó una cuenta “de gastos menudos que hice en la molienda que tuve en la ciudad de Écija”, y en la que se equivocó, dando con sus huesos en la cárcel. Sería absuelto por el Consejo de guerra y consiguió que le nombrasen, en 1594, comisionado para el cobro de varios atrasos de impuestos en el reino de Granada y de cuyos embrollos sobrevino la célebre prisión de Cervantes en Cárcel de Sevilla, donde se engendró el Quijote.
Presento a continuación un breve resumen, sobre el texto de Ramón Muñoz Álvarez, cuyo original guardo como un tesoro. Que os divirtáis.
CERVANTES Y LA CONTADURÍA MAYOR
Por Ramón Muñoz Álvarez
Hay una peripecia en la vida de Cervantes, que los biógrafos conocen muy bien pero que no sucede así con las gentes que vivimos en el entorno de la Hacienda y de los Tribunales de Cuentas (Contadurías). Peripecia que obedece, en mi opinión, al hecho de que Cervantes era hijo del Quijote y no a la inversa, como aseguraba Unamuno, ya que tras ella se esconde el afán de Cervantes de llegar a ser funcionario permanente dentro del ámbito de la Hacienda.
Don Miguel fue nombrado en el año 1588 comisario del Rey, por comisión del Alcalde Valdivia, para sacar trigo en la ciudad de Écija y fabricar con él bizcocho destinado al abastecimiento de la Armada invencible. En 1589, presentó Cervantes una cuenta “de gastos menudos que hice en la molienda que tuve en la ciudad de Écija”, y en la que se equivoca, y se equivoca en su contra –¡Poeta al fin, señor, y enemigo de las matemáticas!, dice Astrana Marín-.
La historia de Cervantes con los Contadores de Hacienda (lo que ahora sería el Tribunal de Cuentas), es una historia desgraciada, que le lleva en dos ocasiones a la cárcel por los errores y los hechos de otros.
La primera, la prisión de Castro del Río, parece que fue todo un embrollo, en el que Cervantes se ve envuelto por orden del Corregidor Moscoso, de Écija, y que, si bien no se sabe cuantos días dió con Cervantes en la cárcel, debieron de ser muy pocos, pues por aquellas fechas, 21 de Septiembre de 1592, se le notifica la Sentencia del Juez ante la que apela Cervantes y parece que «fue suelto bajo fianzas”.
La apelación llegó a buen término y Cervantes fue absuelto por el Consejo de guerra, el mismo que llevó a la horca, primero a Íñigo de Lizana y después a Pedro Gárate y otros, como consecuencia de la “toma de cuentas y residencia a los proveedores que ordenó Felipe II al Licenciado Hernando de Alcázar por los graves abusos y sustracciones que se estaban cometiendo en la provisión de las galeras”.
La mala calidad de las galletas elaboradas con el trigo “sacado de Écija en los años 87 y 88″ produjeron serios cargos de Felipe II por “las vituallas podridas enviadas a la Armada Invencible y que hubieron de arrojarse al mar”. La máquina hacendística, funcionaba mal. Una misma cuenta había de repetirse y presentarse muchas veces, y las liquidaciones duraban años y años, entre el eterno papeleo…
Cervantes no dejó nunca de tener problemas con los Contadores Mayores de Hacienda, si bien es lo cierto que nunca fue condenado. Tanto es así que consigue, precisamente a través de su amigo y Contador Mayor de Hacienda, D. Agustín de Certina, que le nombrasen -en Agosto de 1594- comisionado para el cobro de varios atrasos de impuestos en el reino de Granada.
“Cervantes vio, pues, colmados sus deseos de servir a la Hacienda Real. Tal vez pensó que el feliz desempeño de los importantes cobros que se le confiaban podía constituir el primer paso para ascender a contador. Parece que le agradaba este empleo. Era empleo descansado, libre de azarosos desplazamientos que podía alternar perfectamente con el cultivo de sus queridas musas.
Por cierto que la segunda prisión surge de las cuentas de esa Comisión “asunto embrollado por la Contaduría Mayor de Hacienda”, dice Astrana Marín que ciertamente no conocía la realidad, pues le hicieron buenos en las cuentas nada menos que 859.134 maravedís que no había cobrado. Y no mire el lector con enfado esta sucesión de números, pues de su involucración por los contadores sobrevino la célebre prisión de Cervantes en Cárcel Real de la Corte de Sevilla. Y de la prisión se engendró el Quijote ¡O felix culpa! (exclamará alguien) si ella dio origen al libro portentoso.
El 31 de marzo de 1598 los Contadores trasmitían un pliego “para comprobación de la cuenta que ha de dar Miguel de Cervantes Saavedra…. comisario que fue del proveedor Isunza los años de 591 y 592….”.
A Cervantes, los Contadores le presentan un cargo de 2.557.029 maravedís, total de su comisión. Le hacen buenos 2.467.225 y le dicen que su alcance monta 79.804 maravedís. Y dice, Astrana Marín, “o no hay aritmética en el mundo o el alcance debería ascender a 89.804. De modo que perjudican en mil (sic) maravedís a la Hacienda Real”. “No se enteraban de nada” sigue diciendo Astrana Marín, “debían sus puestos al favoritismo y no a la suficiencia, extraviaban los papeles y fijaban las cantidades a bulto”.
Nota final: Resulta curioso ver que también Astrana Marín se equivoca, ya que no le perjudicaban a Cervantes en mil maravedís, como él dice, sino en diez mil, como fácilmente puede comprobarse.
Fiscalizacion.es 
¡Fantástico!
El imperio no se andaba con chiquitas con los recaudadores ni proveedores. Lo del empleo descansado, ya apuntaba al futuro. El chiste de Forges, tan genial como siempre.
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Felicitar al ingenioso hidalgo D. Ramón Muñoz por el trabajo y a Arias -su fiel escudero- por compartirlo.
Es curioso como ya en el siglo XVI la máquina hacendística no funcionaba todo lo bien que debiera, aunque no hay que perder la esperanza.
Lo de los bizcochos, con harina sin conservantes de dos años atrás, tendría mérito si no se hubiesen estropeado; después de leer la entrada pienso que el Imperio habría resuelto de manera rápida el actual problema de la leche china.
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Hace bien Isabela de felicitar la D. Ramon Muñoz por el trabajo y Antonio Arias por compartirlo con nosotros. Ambos, con mucha honra, son mis amigos, por esto no tengo dificultades para reconocer y apreciar el ingenio y la intelectualidad de esos extraordinarios hombres del sistema de control. Es inestimable la contribución que Don Ramón dio a los sistemas de control público de todos los cuadrantes de la Tierra, con búsqueda de perfeccionamiento de sus mecanismos, mediante la promoción y el estímulo a la una integración entre hombres y técnicas, de todas las razas y de todas las culturas.
D. Ramón posee la visión del hombre diferenciado, que piensa delante de su tiempo, dejando un rastro de benfeitorias en favor de todos. Brasil, los brasileños que lo conocen y especialmente yo que tuve la honra de iniciar mi relación con España, en razón de una invitación formulada por D. Ramón, sabemos de la importancia de ese hombre para el perfeccionamiento del sistema de control y de su trabajo por la integración íbero-americana. Casi estábamos olvidando hablar de esa publicación, con D. Ramón relatando una rendición de cuentas de Cervantes.
Con la genialidad de siempre, D. Ramón nos abre el comportamiento de los hombres, demostrando su sentimiento de acuerdo con sus intereses. Por esto, la importancia del sistema de control. Para que los interés del Estado no se sometan a los interés particulares.
Cumprimentos aos amigos Antonio Arias e a D. Ramon Muños, desde Porto Alegre, RS, Brasil.
Helio Saul Mileski
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EL GENIO DEL AMIGO RAMON ESTA INTACTO Y MARAVILLA TAMBIÉN AL OTRO LADO DEL ATLANTICO. SOLICITO AUTORIZACION A RAMON Y AL AMIGAZO ANTONIO PARA PUBLICAR ESTO EN EL PROXIMO NUMERO DE LA REVISTA EL CONTROL PUBLICO !!!!!!!! UN GRAN ABRAZO.
claudio alberto ricciuti
TIERRA DEL FUEGO
ARGENTINA
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Mi querido amigo Ramón Munõz sigue siendo lo mas creativo y genial contador, mejor, pensador del control público. Solamente su sensibilidad puede a un solo tiempo mostrar aspectos del control público en el renascimiento y la curiosa relación entre un gênio de la literatura y su humana ambición de ser funcionario público. Es más, para trabajar en un campo donde su habilidad em matemática por cierto no lo recomendaria. «Enemigo de las matemáticas » como dice Astrana Marin recordado por Antonio Arias y Ramon Munõz.
Pero, creo que lo mas importante es el espirito de Quijote e su amor por los sueños que cultiva Ramon. Que siga siempre com su espirito de lucha y crítica constructiva que tanto estimula a nosotros.
Por oportuno sigo Claudio Ricciuti e solicito que me permitam publicar el la proxima ediccion de la Revista del Tribunal de Cuentas de Santa Catarina el artigo y los comentários de Antonio Arias. Con o sin autorización voy colocar el link en la pagina web del Instituto Rui Barbosa (entidade de estudos técnicos de los tribunales de cuentas brasilenõs).
Un abrqazo fuerte desde Santa Catarina (Brasil) de
Salomão Ribas Junior
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Hace tiempo en un discurso de apertura de un congreso en la argentina de los organismo de control, manifeste que tuve la suerte de conocer a un nuevo QUIJOTE que a igual que San Pedro , tenia la llave pero aclaro no la del Cielo, sino la de europa, y lo llame la llave maestra que por suerte tuvimos los organismo de control de argentina y creo sin equivocarme que los amigos y colegas brasileros, ese QUIJOTE del Control Público Hacienda es nada más ni nada menos que Don RAMON MUÑOZ ALVAREZ, por esto no me sorprende este artículo y te felicito Antonio por contarnos siempre algo del amigo del QUIJOTE DEL CONTROL , pero seria bueno que les trasmita y recuerdes QUE ASI COMO NO HAY DEMOCRACIA SIN CONTROL TAMPOCO EXISTE CONTROL SIN FUNCIONES JURISDICCIONALES – Un abrazo de TORO
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Hace tiempo en un discurso de apertura de un congreso en la argentina de los organismo de control, manifeste que tuve la suerte de conocer a un nuevo QUIJOTE que a igual que San Pedro , tenia la llave pero aclaro no la del Cielo, sino la de europa, y lo llame la llave maestra que por suerte tuvimos los organismo de control de argentina y creo sin equivocarme que los amigos y colegas brasileros, ese QUIJOTE del Control Público Hacienda es nada más ni nada menos que Don RAMON MUÑOZ ALVAREZ, por esto no me sorprende este artículo y te felicito Antonio por contarnos siempre algo del amigo del QUIJOTE DEL CONTROL , pero seria bueno que les trasmita y recuerdes QUE ASI COMO NO HAY DEMOCRACIA SIN CONTROL TAMPOCO EXISTE CONTROL SIN FUNCIONES JURISDICCIONALES – Un abrazo de TORO
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Debo confesar mi admiración por la nominacion de Isabel como «El ingenioso hidalgo D. Ramón Muñoz y a Arias -su fiel escudero». Creo que es una definición tan acertada que huelgan los comentarios.
Si bien situaciones personales me impiden (espero que temporariamente) mantenerme en contacto con ese maravilloso grupo del mundo del control, no he dejado de regocijarme a través de la lectura de tantos relatos, metáforas y singulares enfoques de ese Quijote con pluma en lugar de espada (aunque no por eso menos filosa) y las sesudas acotaciones de su enflaquecido Sancho tornado en Síndico.
Un abrazo para ambos
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Fue muy bueno recordar este tema. Tuve el privilegio de oir el relato contado por el mismo Ramón. Siempre pensé que Ramón se parece en algo a Don Quijote. Quizás sea por su lucha en el ámbito del control. Lo importante es que inspiró a los que veníamos siguiendo su camino a ver claro aun en la oscuridad. Es por eso que no me preocupa cuando intentan alejarme de ese camino porque en la adversidad del mundo de la fiscalización sólo nos enfrentamos a molinos de viento.
Mabel Mirta Cabrera
Argentina
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En un lugar de Extremadura, de cuyo nombre no quiero acordarme, nace el ingenioso hidalgo…..D. Ramón Muñoz Álvarez.
Era nuestro hidalgo alto, de complexión recia, agraciado de rostro, gran madrugador, y amigo de sus amigos. Es pues de saber que este sobredicho hidalgo se daba a leer libros de control, con tanta afición y gusto, que llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos. Se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y así una mañana se armó con todas sus armas, tomo su lanza y salio al mundo a llevar sus ideas de control por todos los rincones del universo, pues no ha lugar de la tierra que no hubiere visitado tan ilustre caballero.
Llego al Tribunal de Cuentas como consejero, y en el primer Pleno expuso sus ideas a pesar que su escudero le había dicho “mire vuestra merced, que aquellos que allí se parecen, no son gigantes…..”.
En llegando a la Ínsula de la Cámara de Cuentas de Madrid, púsole en funcionamiento, y es tanta la fama de tan ilustre caballero, que se puede decir del lo que D. Belianis de Grecia dijo de D. Quijote de la Mancha:
“Rompí, corté, abolle y hice
más que en el orbe caballero andante;
fui diestro, fui valiente, fui arrogante;
mil agravios vengue, cien mil deshice.
hazañas di a la fama que eternice
fué enano para mi todo gigante
y al duelo en cualquier punto satisfice.”
(Nota: hay párrafos copiados literalmente, del Quijote, que se pueden aplicar a tan ilustre caballero andante).
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EL DIA DE LA CONSTITUCION
Hace pocos días, el 6 de diciembre pasado, la Constitución Española cumplió treinta años. Sé que ese día es muy importante para el pueblo español. Pude comprobarlo la primera vez que visité España. Fue en el año 1999. Ese 6 de diciembre era para los madrileños que tuve oportunidad de tratar, incluyendo a mis amigos y colegas funcionarios públicos, más que el “puente de la Constitución”. Algunos de ellos me transmitieron su visión de la Constitución y lo trascendental de ese paso dado treinta años atrás, para un pueblo que comenzaba a transitar el camino anhelado por casi dos generaciones.
Claro, para mi que llegaba a España por primera vez, lo de puente sonaba extraño, En Argentina, cuando cursaba el colegio secundario a mediados de los setenta, habían ideado el “día Sandwich” entre dos feriados. No duró mucho porque con los avatares políticos fue suprimido. Ahora en algunos casos, simplemente se Decreta feriado sin mayores títulos, publicándolo en el Boltetín Oficial de la Nación, para fomentar el turismo interno.
El 6 de diciembre de 2008 seguí a través de Televisión Española Internacional la conmemoración del 30ª aniversario. Había leído y oído hablar tanto, ya sea en reuniones informales como en foros españoles e internacionales sobre el tema que cuando aparecían en escena los entrevistados, esperaba ver a algunos de los padres de la Constitución. En efecto así fue.
Especialmente quería ver a Don Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón. Quien lea estas reflexiones se preguntará por qué una profesora universitaria argentina y ex miembro de un Tribunal de Cuentas Municipal se interesaba por la Constitución Española y sus padres.
El estudio de los temas del Sector Público y particularmente la fiscalización vienen constituyendo mi especialidad desde hace casi veinte años.Es por ello que no podría dejar de resaltar lo que significa para una Nación que el órgano externo de fiscalización esté consagrado en la Constitución. Lo mismo podría decir de otros niveles como el de las Comunidades Autónomas (en este caso hablaríamos de Estatutos) o las provincias argentinas.
Uno de mis amigos españoles me indicó que consultara el libro “Memorias de Estío” escrito por Don Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón. Allí encontré la siguiente referencia al Tribunal de Cuentas: “…si el Tribunal de Cuentas figura en la Constitución es por tesón de Don Ramón Muñóz Alvarez, letrado del Tribunal de Cuentas de España…” .
Apareció así la figura de quien ha dedicado gran parte de su vida a la fiscalización, su estudio y sobre todo a difundir sus conocimientos y experiencia.
Quise saber más y lógicamente debía preguntarle a Ramón. Ante mi insistencia y a pesar de su modestia decidió contarme algo más.
Al enterarse que el Tribunal de Cuentas no estaría incorporado a la Constitución, pensó que debía hacer algo. Llamó a Don Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón y le solicitó le concediera unos minutos para conversar. Llegó a su casa a la hora acordada durante la tarde, dialogaron amablemente y le manifestó a su interlocutor su inquietud por el Tribunal de Cuentas. El final lo conocemos, es el artículo 136.
Vaya aquí el simple homenaje a alguien de quien muchos de los que hemos vivido en el “mundillo de la fiscalización”, tal lo ha llamado el mismo Ramón Muñóz Alvarez, aprendimos más que fiscalización. Gracias Maestro!
Cont. y Lic. Adm.Mabel Mirta Cabrera
Rosario-Argentina
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Gracias Antonio por publicar mi modesta reflexión.
Me gustaron mucho tus publicaciones sobre las virtudes funcionariales.
Ya me voy corriendo a buscar el código argentino que nunca leí. Creo que los buenos funcionarios no necesitan leerlo porque todo es cuestión de ética y sentido común.
También me gustó lo de Marbella porque el tema venía siguiéndolo a través de la televisión española, incluso en los programas del corazón.
Los comentaré en mis clases. No creas que es porque en Argentina me falten ejemplos sino que quiero que los alumnos vean otras realidades.
Mabel Cabrera
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El ingenioso hidalgo, D. Ramón Muñoz Alvarez y su Dulcinea, Dña. Carmel Barona Fernández son mi padres de los que me siento tremendamente orgullosa como seres humanos y por la aportación que cada uno ha hecho, desde el Tribunal de Cuentas y la Cámara de Cuentas de la CAM para que, como dice la Sra. Mabel Cabrera, «el Tribunal de Cuentas figura en la Constitución es por tesón de Don Ramón Muñóz Alvarez, letrado del Tribunal de Cuentas de España«.
Gracias a todos aquellos que reconocen la labor de mi padre en sus casi 40 años de dedicación profesional a TC.
Gracias Papis!!!!
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Reblogueó esto en Fiscalizacion.esy comentado:
Publicado hace ocho años, pero de mucha actualidad. Cervantes recaudador y contratista real. Interesante como se las gastaban los Austrias ….
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