
Hace unos meses, Transparencia Internacional publicó una encuesta realizada a más de 40.000 personas en los 27 países de la UE. Los resultados revelaron que casi un tercio de la gente piensa que la corrupción está empeorando en su país. Otro 44 por ciento piensa que no está mejorando. En cualquier caso, el resultado es preocupante y como dice Pilar Moreno en su magnifica bitácora magnifica bitácora ¡queda mucho por hacer!
En efecto, el Barómetro Global de la Corrupción es una de las encuestas más grandes y detalladas sobre las opiniones y experiencias de los ciudadanos de toda Europa sobre la corrupción.
Ya se trate de las percepciones de la corrupción del Gobierno y la impunidad por irregularidades, o el uso de conexiones personales al acceder a los servicios públicos, los resultados desafían la imagen de la UE como un lugar de integridad. También exigen una acción inmediata y coordinada contra un problema creciente.
Si bien siguen siendo bajas las tasas de soborno, del siete por ciento, descubrimos la alta proporción de eso que podríamos llamar corrupción de baja intensidad. Así, tres de cada diez personas usaban una conexión personal para acceder a la atención médica, la educación y otros servicios públicos. Esto equivale a más de 106 millones de personas en todo el bloque.
Como en el resto de las actitudes en materia de corrupción hay muchas diferncias entre paises. Este es el mapa:
Mapa: Porcentaje de usuarios de servicios públicos que utilizaron conexiones personales para obtener un servicio en los últimos 12 meses. España 40%, Francia, 49%. Como en la Liga de las Naciones en fútbol, Francia nos supera. Eso sí: nosotros ganamos a Italia.
Oye: ¿conoces a alguien en …?
La encuesta revela que mientras los gobiernos se esforzaban por gestionar la pandemia por COVID-19, la atención sanitaria fue un particular foco de corrupción. Aunque solo el 6% de las personas admite haber pagado un soborno por la atención sanitaria, el 29% de los residentes de la UE recurrió a contactos personales para obtener atención médica. En España, por el contrario, solo un 2% admite haber pagado sobornos para la obtención de algún servicio público en los últimos 12 meses, sin embargo, resulta preocupante que un 40% admite haber utilizado relaciones personales para acceder a servicios públicos. Además, la mayoría de los ciudadanos no considera que su gobierno haya gestionado la pandemia de forma transparente.