El Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España ha presentado un documento, a modo de decálogo, en el que refleja las importantes aportaciones que los profesionales están realizando, tanto a empresas como a instituciones, en la actual coyuntura ecónomico-financiera.
El decálogo permite, según el ICJC, identificar numerosas actuaciones de los auditores que pretenden, desde su independencia y capacitación técnica, apoyar la buena gestión empresarial, la formación de calidad y la aplicación de un marco regulatorio basado en la convergencia normativa.
Entiende el ICJC que la auditoría de cuentas se encuentra en el ‘momento adecuado y el sitio oportuno’ para que tanto el tejido empresarial como las instituciones reguladoras y supervisoras aprovechen la decisiva actuación de estos profesionales independientes, que sin duda contribuyen a superar no pocas incertidumbres y complicaciones derivadas de la crisis económica.
1.- Facilita el conocimiento preciso de los riesgos a los que se enfrenta la empresa. Mapa de riesgos.
2.- Identifica debilidades de control interno. Carta de Recomendaciones, Planes de contingencia.
3.- Otorga mayor seguridad ante el riesgo de fraude.
4.- Interviene en todas las operaciones financieras dirigidas al mercado de las empresas sujetas a supervisión pública.
5.- Resulta clave para poder reflotar la empresa.
6.- Decisivo en el proceso de concentración y reorganización empresarial.
7.- Impulsa las mejores prácticas empresariales.
8.- Participa en la implantación de una convergencia normativa internacional
9.- Colabora con los organismos oficiales en el control del sector público empresarial.
10.- Extiende la calidad de la información financiera y contable. Formación.