A RAMÓN MUÑOZ
Voy a contarles la historia
De un funcionario de altura,
Llamado Ramón Muñoz,
Que nació en Extremadura.
Ingresó en el Tribunal,
Fue contador en su día,
Ahora se hubiera llamado:
“Técnico de Auditoría”.
Al cabo de pocos años,
opositó al de Censores,
ahora su nombre ha cambiado:
Son “Letrados y Auditores”.
En tiempos de D. Servando
Trabajó en la Presidencia.
Con Sres. Sala y Pirla,
Que hoy tenemos su presencia.
El año noventa y uno,
En diciembre o en enero,
Al cambiar de nuevo el Pleno,
Le nombraron Consejero.
Pasados los nueve años
De Comunidades al frente,
La Cámara de Madrid
Le nombra su Presidente.
Finalizado el mandato,
Tras realizar su gestión,
Ahora de Consejero
Llega su jubilación.
Entre las muchas hazañas
Que Ramón ha realizado:
Que el Tribunal de las Cuentas
Constitución ha nombrado.
Y tampoco hay que olvidar,
Que antes de estar en la cima,
Su influencia fue notable
En los principios de Lima.
Es viajero infatigable,
Ameno conversador,
Amigo de sus amigos
Y polémico orador.
Y si no que le pregunten
Al Sr. Weber presente,
Del Tribunal Europeo
Es hoy día Presidente.
Sólo tiene un vicio oculto
Entre tantos parabienes:
Ver crecer su colección
De tantísimos belenes.
Hoy la familia y amigos
En esta grata ocasión,
Queremos darte homenaje
Con una gran ovación.
C. GALAN 2007
Foto: José María Fdez Pirla en su «laudatio» a Ramón.
Otras dedicatorias llegadas de Brasil:
Estimado Ramon,
sabes que hablo la lengua «castellano mal hablado». Entonces intentes comprenderme. Quiero decirte que ha sido un grande placer y honor haber te conecido. Tú leciones sobre el control son siempre muy importantes para mí. Tú cariños y atenciones también son un enseñaza de vida. Pero como la vida pasa es hora de jubilarse del Tribunal. Pero tú presencia será siempre sentida entre nosotros. Ramon Muñoz, eres el grande conquistador del Brasil. Antonio Carlos Flores de Moraes |
Natal, 7 de enero de 2007.
Carísimo Antonio Arias: Solicito al presado amigo que transmita a D. Ramón Muñoz estas sencillas palabras de un grande admirador de tierras tan lejanas. Es difícil decir adiós y más aún, a quien non va partir. Sabemos que nuestro amigo Ramón Muñoz jamás dejará de estar presente junto a nosotros, en nuestras reuniones de trabajo y en nuestras tareas de perfeccionar nuestros procedimientos. Los tribunales de cuentas de España y de Brasil, principalmente, ya le deben mucho por las iniciativas de contribuir de forma pionera y decisiva para esta sólida conexión que tantos beneficios nos ha traído. Quien con tanto amor ha dedicado, quizás, los años más fértiles de su vida y las horas más preciosas de su merecido descanso a coordinar el trabajo de colectar y compartir nuestras experiencias, ciertamente estará siempre dispuesto a continuar nos ayudando. Con su extraordinaria cultura humanista y su espirito joven de coleccionador, supo hacer una fantástica colección de amigos y admiradores que están dispersos en, por lo menos, más que la mitad del globo. En la hora de su jubilación – por merecimiento, non por antigüedad – cumple a nosotros prestarle la más justa homenaje e presentarle una vez más, nuestros sinceros agradecimientos por lo tanto que ha hecho por nuestras instituciones y por tenernos la certeza de que aún podremos contar con su fundamental cooperación. Con votos de felicidades personales extensivos a su dignísima familia, le enviamos nuestro fraternal abrazo. Getulio Alves da Nóbrega. |
Mas allá del afecto, que mas que afecto es una relación de amigos, que me permitió compartir con él durante las oportunidades en que nuestros caminos coincidieron, Ramón es, sin duda, una persona que ha dejado su huella en mí.
Inteligente e incansable conversador, paseó la geografía y la historia en cada charla que tuvimos, con una erudición nada común; lo que aunado a su permanente buen humor, hizo que cada rato compartido con él fuera un regalo para mi espíritu.
Su calidez humana, su agudeza de visión y su ironía rayana con la insolencia, hacen de él un trasgresor permanete de simpatía sin igual a quien es imposible no querer, en el plano de la relaciones humanas.
La vastedad de su conocimiento, su experiencia y su inteligancia innata, hacen de él un intelectual a quien es imposible no admirar en el plano profesional.
Ramón: es mi deseo de que goces de tu merecido descanso jubilatorio, aunque no creo que tu espíritu inquieto te permita estar alejado de nosotros por mucho tiempo. Seguramente te veremos, a no largo plazo, dictando alguna conferencia, en algún simposio o solamente acercándote para compartir un rato con tus colegas y amigos de siempre.
Con un sincero abrazo de
Cr. Angel Molia
Vocal del Tribunal de Cuentas
de la Provincia de Neuquén – R.A.
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Muchas gracias de todo corazón a todas aquellas personas que aprecian el coraje, la valentía, el saber hacer y el espíritu de lucha de mi padre.
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