Ayer, el Síndic Mayor de la Comunidad Valenciana, Rafael Vicente Queralt, entregaba a la Mesa de la Cámara autonómica el informe de fiscalización que la Sindicatura realiza todos los años sobre la Cuenta General, en este caso correspondiente al ejercicio 2011. Se trata de una auditoría de regularidad realizada conforme a las disposiciones y normas técnicas de auditoría que se encuentran recogidas en su excelente “Manual de fiscalización”. Asimismo, realiza el control formal de la rendición de cuentas de todas las entidades dependientes o vinculadas a la Administración de la Generalitat valenciana, revisando que la presentación de las cuentas se ha realizado en tiempo y forma, que las cuentas cumplen las formalidades exigidas por la normativa aplicable, así como en la lectura y análisis del informe de auditoría que la Intervención General formaliza en colaboración con empresas privadas de auditoría.
El informe, que parece la crónica de un desastre o como titula el diario El País, una Administración “al borde del naufragio” reconoce una caída de los ingresos del 8,3 por ciento respecto de 2010, que se acumula a la disminución del 10,6 por ciento del ejercicio de 2009. Además, aprecia un importante deterioro, durante el ejercicio 2011, del fondo de maniobra de la Generalitat, que presenta una cifra negativa de 15.525,6 millones, «con el consiguiente impacto en la situación de liquidez o solvencia a corto plazo de la administración».
Además, los compromisos de gasto para ejercicios futuros adquiridos por la Generalitat, a largo o corto plazo, eran al cierre de 2011 de 27.370 millones, lo que supone un aumento del 4,8% y alcanzan un montante equivalente al presupuesto total … ¡de un par de años! Un negro futuro para las finanzas valencianas, que la Sindicatura venia proclamando en los últimos años, y muy especialmente el año pasado.
Otra vez la Sanidad
El informe recuerda el importante aumento de los gastos sanitarios que, junto con “problemas estructurales” tienen su reflejo en un indicador que la Sindicatura viene poniendo de manifiesto en sus informes los últimos años, y que se refiere al volumen de obligaciones no reconocidas en el presupuesto, con origen en gastos efectivamente realizados al cierre de cada ejercicio.
Tras una lectura rápida encontramos (ver resumen de la página 24) la cuenta 409 Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto (“salvo farmacia”) que asciende a 1.792,5 millones de euros, que recoge las obligaciones no reconocidas en 2011 que se imputarán al presupuesto de 2012. Se trata de una cifra cuatrocientos millones de euros superior al año anterior, que nos indica que en ese ejercicio todavía no se había cortado la sangría de facturas del cajón en la Sanidad valenciana,
Respecto de los gastos de farmacia, 259,2 millones de euros correspondientes a las facturas de noviembre y diciembre de 2010 de las prestaciones de farmacia, habían sido imputadas al presupuesto de 2011. A 31 de diciembre de 2011 quedaban pendientes de imputar 479,4 millones de euros, que han sido imputadas al presupuesto de 2012.
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