El Tribunal de Cuentas de Francia presentó hace unos días el informe sobre «La formación profesional a lo largo de la vida». Se trata de una «política emblemática de la descentralización» que ocupa un sitio central en las regiones que recibieron en este competencia de derecho común desde el 2004.

Este trabajo, desarrollado conjuntamente con las cámaras regionales de las cuentas, alcanza una centena de organismos, tanto públicos como privados y, según concluye con dureza: «pone en evidencia la ineficacia del sistema y la urgencia de su reforma«.

Veamos sucintamente sus conclusiones.

1. Las enseñanzas están ámpliamente inadaptadas a las necesidades de los individuos y de las empresas. La formación profesional inicial no garantiza a los jóvenes que gozarán de una inserción satisfactoria en el mercado del trabajo, mientras que la formación continua, lejos de darles la segunda posibilidad a las personas necesitadas, da prioridad a las personas mejor insertadas en el empleo.

2. Abundante financiación (más de 34.000 millones de euros en 2006, el 2% del PIB) pero muy deficientemente repartidos; los circuitos financieros están excesivamente compartimentados y poco controlables:  Estado, organismos del servicio público del empleo, organismos de recaudación de la tasa de aprendizaje y de los fondos de la formación profesional.

3. Los intervinientes están dispersos al extremo y coordinan insuficientemente sus acciones.

La Court apela a una reforma profunda de un sistema que califica de «ineficaz, no equitativo y costoso«.

Sus recomendaciones se articulan alrededor de los tres ejes siguientes:

1. Adaptar la oferta de formación a las necesidades de los individuos y de las empresas.

En materia de formación inicial, el Estado y las regiones deben coordinarse mejor para que las enseñanzas y el aprendizaje en liceos profesionales sean más complementarias y mejor adaptadas a las necesidades del mercado del trabajo.

2. Clarificar las modalidades de recaudación de los fondos de aprendizaje y de la formación continua y asegurar su mejor reparto

Las reformas que hay que poner en ejecución deben pretender no aumentar unos medios que ya son abundantes, pero distribuirlos mejor y reorientarlos hacia los públicos que más los necesitan disminuyendo muy sensiblemente los costes de recaudación.

3. Crear las condiciones de una estrategia coordinada en materia de formación a lo largo de la vida.

La puesta en ejecución de tal estrategia supone una completa renovación de los métodos de coordinación entre los actores. Podría apoyarse sobre:

– Una instancia común de diagnóstico y de programación, reuniendo el conjunto de los actores de la formación profesional, tanto al nivel nacional (se apoyaría en el actual Consejo Nacional de la formación a lo largo de la vida) como a nivel local;

– Un sistema común de financiación abundado por el conjunto de los actores, particularmente los organismos recaudares de los fondos de la formación profesional;

– Un dispositivo de información y de evaluación de naturaleza que cubra los importantes huecos comprobados en este campo.

Un informe duro ¿Debemos nosotros sentirnos orgullosos de nuestra formación profesional?