La auditoría interna en el sector público siempre me ha interesado, como fórmula alternativa o complementaria a la intervención. Su práctica y contenido se parece más a la auditoría externa que a la Intervención, pues:
- Utiliza técnicas y normas de auditoría.
- Es independiente en su libertad de actuación dentro de la organización.
- Evalúa todas las áreas y actividades funcionales de la Entidad.
- Planifica el trabajo según riesgos y lo ejecuta en un programa anual de trabajo.
- Emite informes, concretados en recomendaciones, pero sin autoridad para imponerlas ejecutivamente.
Su objetivo es proporcionar un servicio constructivo a todas las partes de una organización, sea esta pública o privada. Su resultado final es confirmar que los sistemas de control son económicos, eficientes y eficaces.
La Oficina Nacional de Auditoría de Australia (ANAO) en un conocido informe sobre el órgano de auditoría interna de las instituciones públicas australianas, considera esa función como una herramienta de la dirección. La ANAO intenta huir de las funciones tradicionales de la auditoría interna que, en esencia, eran controles formales respecto al proceso presupuestario. Elaboró una magnífica guía de las mejores prácticas en auditoría interna.
La concepción del órgano de control interno tradicional (vigilante) se concentraba en auditorías de cumplimiento y regularidad, diseñadas para proporcionar seguridad a la dirección ejecutiva sobre el funcionamiento de los principales controles. El moderno concepto (consejero Independiente) pone su atención en la eficacia y eficiencia, con especial énfasis en la ayuda a esa dirección ejecutiva. Si antes las pruebas tenían alcance cíclico, se basaban en la inspección y la supervisión de las transacciones, ahora el trabajo surge de una planificación basada en riesgos, para revisarlos y aconsejar a la dirección tras la discusión y observación de los procesos.
En esta moderna corriente asume un mayor papel en la identificación, valoración y minimización hasta niveles aceptables de todos los riesgos para el adecuado logro de los objetivos institucionales. No sólo contempla el riesgo financiero y contable, que es el enfoque tradicional. En este marco, tienen protagonismo los comités de auditoría, destacando la publicación de la ANAO sobre mejores prácticas en Comités de auditoría (en castellano os recomiendo la página mejicana de KPMG, sobre comités de auditoría).
MANUAL BÁSICO DE AUDITORÍA INTERNA, de Spencer Pickett
Esta Semana Santa he adquirido (28€) el Manual básico de auditoría interna. De la teoría a la práctica profesional que es una actualización, algo más reducida (en 510 páginas) del Internal Auditing Handbook (802 páginas) una obra de gran éxito de ventas en el Reino Unido, desde la publicación de su segunda edición, en agosto de 2003. Su autor, K.H. Spencer Pickett, ha editado seis manuales en inglés sobre el tema, durante el último lustro. Viendo los precios que tienen en U.K. (el triple) el precio del libro castellano es una ganga. Ver contenido.
En diez interesantes capítulos analiza los principales elementos del desarrollo de esta importante responsabilidad:
- Capítulo 1.- Introducción
- Capítulo 2.- Gobernabilidad corporativa
- Capítulo 3.- Gestión de riesgos
- Capítulo 4.- Controles internos
- Capítulo 5.- La función de auditoría interna
- Capítulo 6.- Profesionalidad
- Capítulo 7.- Enfoque de auditoría
- Capítulo 8.- Determinación de la estrategia de auditoría
- Capítulo 9.- El trabajo de campo
- Capítulo 10.- Enfrentearse al reto
Incluye al final de cada capítulo un cuestionario de diez preguntas, que son respondidas en un apéndice. He de reconocer que este cuestionario hace reflexionar. En suma, un libro altamente recomendable.
Me parece muy interesante que en el sector público se preste atención a la Auditoría Interna, que aporta un enfoque muy atractivo en el ámbito del control.
En este sentido, es bueno recordar que el control interno, según los conceptos actuales, se define como un PROCES0 efectuado por el Consejo de Administración, la Dirección y el resto del PERSONAL diseñado con el objeto de proporcionar un grado de SEGURIDAD RAZONABLE en cuanto a la consecución de los OBJETIVOS.
En esta misma línea, el Instituto de Auditores Internos establece que la Auditoría Interna es una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización. De este modo, ayuda a la organización a cumplir objetivos con un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno.
Esta visión integradora, que implica a todo el personal evitando la antigua concepción del control como algo “ajeno y aislado” del conjunto de la organización y que afecta sólo a interventores y auditores, supone un avance significativo en la gestión.
En mi opinión, la perspectiva de la Auditoría Interna constituye un enfoque muy actual en los sistemas de control de las organizaciones, tanto en el sector público como en el privado, por lo que te animo a seguir tratando este tipo de temas.
Luis Barrio Tato
Director de Auditoría Interna de la Universidad de Cádiz
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Muy buen temario, el 26 y 27 de noviembre celebramos en Panamá el Primer Congreso Nacional de Auditoría Interna Gubernamental, con muy buenos expositores y temas al respecto, teniendo como lema «Hacia la Modernización y el Fortalecimiento de la Auditoría Interna Gubernamental».
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Dar mayor énfasis al Control Interno, mediante la evaluación de todas las áreas funcionales de la organización, mediante la ejecución de un programa anual, planificando el trabajo según riesgo, con la participación activa de lo Comité de Auditoría, minimiza el hacer énfasis en el área de fraudes.
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Veo con agrado como mis compañeros de Oficina, Auditores Internos, se preocupan por acualizarse en los aspectos relativos a los nuevos enfoque de la Auditoría Interna. En lo que respecta a los registros centralizados en nuestros archivos, se evidencia un cambio sustancial del enfoque tradicional de la auditoría para la investigación de fraudes o malas prácticas, al enfoque de revisión de las transacciones tras la observación y discusión de los procesos , para la toma de desiciones de la alta dirección; de lo que se trata ahora es la acualización del nuevo enfoque, de eficacia y eficiencia, u observación de los procesos ó planificación basada en riesgo con énfasis en ayuda a las direcciones ejecutivas.
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